Una nueva misión del Fondo Monetario Internacional (FMI) llegará mañana a Buenos Aires para reanudar las negociaciones con la Argentina e intentar a intentar arribar a un acuerdo financiero, después de un mes de parálisis.
Así lo reveló ayer el ministro de Economía, Roberto Lavagna, en declaraciones a una radio porteña. Tal como el que se quema con leche ve una vaca y llora, el jefe del Palacio de Hacienda tomó la novedad con cara de póker: "Es una misión con gente de nivel como para tomar decisiones, pero el resultado final lo veremos cuando la misión termine", sentenció.
Los funcionarios del FMI llegarán luego de que el viernes el gobierno argentino decidiera no pagar un vencimiento de 726 millones de dólares al Banco Mundial y el mismo día en que dejará de reembolsar una garantía de la misma entidad por un bono defaulteado de 254 millones.
La misión estará encabezada por Dods Worsht, el número dos del departamento para el Hemisferio Occidental que conduce el indio Anoop Singh. Lavagna reconoció que el grupo estará integrado por "gente de nivel como para tomar decisiones" pero planteó: "El resultado final lo veremos cuando termine la visita porque estas misiones pueden terminar siendo puramente de información".
"Por ahora el temario es una mezcla de cuestiones de actualización, donde se revisa el intercambio de información detallada y eventualmente, de profundización de lo que se está negociando", dijo Lavagna. Especuló con que el FMI no tenga intenciones de llegar a un arreglo pero no se mostró muy preocupado al respecto: "Hemos estado siempre frente a excusas y demás, pero no hay que aterrarse porque hace ocho meses que no tenemos acuerdo y no obstante hemos sido capaces de salir de los pronósticos negros que el mismo Fondo hacía".
Un juego de estrategias
La decisión del FMI no deja de causar sorpresa, porque se suponía que la decisión argentina de no pagar al Banco Mundial debía alejar las posiciones. De todas formas y tal como lo dejó entrever el ministro Lavagna, bien podría tratarse de una nueva puesta en escena donde cada uno cumple su rol sin ceder terreno y apuestan a dejar que el tiempo pase y juegue a su favor.
Aunque no tenga predisposición para el acuerdo, el FMI debe mostrarle al establishment internacional que hace esfuerzos para acercar posiciones, más aún cuando el gobierno intenta negociar por cuerda separada con el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
El gobierno argentino se mantiene en sus trece apostando a las urgencias de los directivos de los bancos internacionales para evitar que un fuerte acreedor como Argentina caiga definitivamente en default, lo cual les reportaría severos perjuicios financieros, en particular al BID. Lavagna sostiene que el gobierno ya cumplió con todos los deberes que estaban en sus manos, aunque no consiguió aprobar el presupuesto 2003 ni pudo avanzar con el aumento de las tarifas de servicios públicos, y tiene aún por resolver un tema clave para despejar la incertidumbre como la redolarización de los depósitos.
"Nosotros estamos hablando todos los días no sólo con el Fondo sino con el BID y con el Banco Mundial y también con los países del Grupo de los 7, que son los que pesan en la toma de decisión política", aclaró. En estas conversaciones, "estamos abiertos a soluciones imaginativas, esta es una situación que no tiene muchos antecedentes y estamos también nosotros proponiendo algunas soluciones imaginativas", sostuvo Lavagna.
El ministro de Economía responsabilizó a la Justicia por la demora de estas negociaciones, ya que "el Fondo tiene muchas dudas de carácter político, que aumentan por decisiones internas", como la anulación de "los aumentos muy moderados de tarifas", y la determinación de la Corte Suprema de "correr para adelante" la resolución sobre una eventual redolarización de los depósitos.
Al respecto, sostuvo que "hace meses que se viene diciendo que es inminente (la decisión) y después esto no ocurre. Hasta donde yo sé, no tiene tiempo para expedirse. Me imagino que los conjueces tendrán que dedicarle mucho tiempo a estudiarlo".
"Sería una marcha atrás de lo que hemos logrado en los últimos ocho meses", consideró el ministro en caso de un fallo favorable a la despesificación, e insistió en "hay que evaluar lo que puede significar atender el reclamo" de las 400 mil cuentas que aún están atrapadas en el corralón "y el interés de todos los argentinos. Si hay algo que no necesitamos es que nos hagan pasar un fin de año agitado", añadió.
En cuanto a los fallos judiciales que suspenden el aumentos de las tarifas de servicios públicos para electricidad y gas decretados por el gobierno, Lavagna confirmó que el Ejecutivo "ya apeló" las medidas y al referirse a los jueces que las tomaron dijo que "cada cual sabrá cómo asumir sus responsabilidades frente a los hechos que puedan ocurrir".
Por último, el jefe del Palacio de Hacienda advirtió que la incertidumbre sobre la economía y la incipiente recuperación de los indicadores macroeconómicos por la falta del acuerdo con el FMI dependerá de "cómo los argentinos nos comportemos, y eso incluye a la clase política, la empresaria, los periodistas, el gabinete y el Ministerio" de Economía.
"Si reaccionamos con tranquilidad, como lo hemos estado haciendo hasta ahora, toda la población también, no tiene por qué pasar nada. Hace ocho meses que no tenemos acuerdo y hemos ido saliendo solos e incluso pagando", concluyó.
Duhalde quiere pagar pero pide plazos
Por su parte, el presidente Eduardo Duhalde afirmó ayer que la Argentina quiere pagar sus compromisos pero necesita plazos para poder hacerlo.
En referencia al default con el Banco Mundial, el jefe de Estado consignó que "esto de no pagar las deudas a nadie le gusta, pero hoy estamos en una encrucijada muy difícil para nuestra patria: si no pagamos entramos en default y si pagamos nos quedamos sin reservas con los enormes riesgos que eso implica", explicó.
Advirtió que "si seguimos pagando, en mayo, cuando me vaya, le dejaré al próximo presidente cero de reservas y un modelo económico cayendo. Por lo tanto, seguiremos negociando con los organismos internacionales, les insistiremos que la Argentina quiere pagar y que va pagar, pero necesitamos que nos den plazos", dijo en el programa que se emite por radio Nacional.
Duhalde agregó: "Necesitamos que se nos entienda y convencer a la gente de los organismos internacionales que cuando hablan de un plan sustentable, es el que estamos llevando adelante", al tiempo que señaló que que "por primera vez este mes se van registrar caídas muy significativas en el desempleo, porque ya es evidente que se está tomando mano de obra en las grandes urbes y en el campo ni hablar".