El miércoles pasado se cumplieron cinco años de la inauguración del Complejo Chevrolet Rosario, que marcó el retorno de la automotriz General Motors al país tras dos décadas de ausencia. El proyecto había comenzado dos años antes cuando se inició la construcción de la moderna planta localizada en Alvear. Pese a los avatares de un mercado interno, que tuvo cinco años en caída, la compañía norteamericana logró afirmarse como unas de las terminales que más vehículos exporta en la actualidad, no sólo a Brasil sino que también se abrieron nuevas fronteras como México y Chile, entre otros. La piedra basal de la planta se colocó el 30 de agosto de 1995. El período previo de estudio de la locación de la fábrica incluyó una cerrada disputa entre la provincia de Santa Fe y Buenos Aires, sobre todo la zona de Zárate. La elección recayó sobre el campo situado en el cruce de las rutas A012 y la autopista Rosario-Buenos Aires por la inmejorable ubicación estratégica que permitía optimizar los recursos logísticos. El 7 de diciembre de ese año se inició la construcción del Complejo Chevrolet de Rosario, el cual fue inaugurado formalmente dos años después, el 11 de diciembre de 1997. El primer modelo en ser producido fue el Chevrolet Corsa de cuatro puertas, y rápidamente se le sumó la rural Chevrolet Corsa Wagon que tuvo la particularidad de ser el primer vehículo producido en la Argentina que se exportó a la Unión Europea. En septiembre de 1999, se cosechan en Rosario los primeros frutos de la alianza estratégica mundial entre General Motors y Suzuki. Las dos compañías acuerdan comenzar a partir de abril del año 2000 la producción del todoterreno Grand Vitara que salía con las marcas Suzuki y Chevrolet en carrocería de cinco puertas. Este vehículo se convirtió rápidamente en uno de los SUV (Sport Utility Vehicle) más solicitado por sus prestaciones y su relación costo-beneficio. Además, el Grand Vitara se exportó a diversos mercados como el brasileño, en donde fue bautizado con el nombre de Tracker, y otros países de Latinoamérica. A poco de andar la fábrica, México comenzó a ser el destino de muchas de las unidades producidas en Rosario, sobre todo el Corsa, que en el mercado azteca se conoce como Chevy Corsa. En octubre de ese año, salió hacia ese país la unidad número 10.000 de exportación. En noviembre de ese año, se inició la exportación hacia México y Chile de las versiones del Corsa de tres y cinco puertas. Por ese entonces, ya se comenzó a alistar la planta para la producción de la nueva generación del Corsa, la cual se inició en abril de este año en sus versiones de tres, cuatro y cinco puertas. También en 1999 se incorporó a la producción en la planta local el nuevo Suzuki Grand Vitara de tres puertas, y otro motor turbodiesel para el modelo de cinco puertas, también de fabricación local. El 3 de noviembre del año 2000, salió de la planta el vehículo número 100.000, a tres años del inicio de la producción. Pese a la severa crisis del mercado automotriz local, las exportaciones permitieron atemperar la tormenta. En ese contexto, el Corsa se mantiene tras once meses como el auto líder en materia de producción: hasta el mes pasado, salieron de Rosario 39.155 unidades, una cifra que supera ampliamente los 20.569 del año 2001. Durante noviembre se fabricaron 4.885 unidades del Corsa, de las cuales 3.695 correspondieron a la vieja generación denominada ahora Classic, y 1.190 al nuevo modelo. La planta brinda empleo a un millar de trabajadores, y la compañía tiene en carpeta la posibilidad de abrir un segundo turno.
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