Año CXXXVI
 Nº 49.694
Rosario,
domingo  15 de
diciembre de 2002
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Con el Lole fuera de carrera, el presidente saca a pista su segundo "muletto"
Duhalde juega sus fichas a Kirchner
Luego de la última negativa de Reutemann fue a Santa Cruz, compartió un acto con el gobernador y criticó el modelo

Un día después de que fracasara el último intento de la Casa Rosada para que Carlos Reutemann cambie de parecer y acepte ser precandidato presidencial del PJ, Eduardo Duhalde voló ayer hasta la Patagonia para sacar a pista a su segundo candidato muletto: Néstor Kirchner, a quien elogió públicamente .
La excusa para poner en marcha del "plan C" (el "B", José Manuel de la Sota, se frustró rápidamente), adelantado ayer por La Capital, fue el acto por el 60º aniversario de la fundación de Río Turbio, donde el presidente y el gobernador santacruceño (también precandidato) festejaron el esfuerzo conjunto por la "reactivación" de una planta carbonífera en la región.
Con el paisaje patagónico de fondo, ambos mandatarios se prodigaron mutuos elogios. Kirchner destacó "la difícil tarea" que realiza el jefe de Estado y dijo que "el pueblo santacruceño lo va a acompañar" en la política por "la reactivación" económica en el país.
Duhalde, por su parte, llegó a Santa Cruz con hechos concretos: anunció la derogación del decreto 1.052, que él mismo había firmado, que permite la "reactivación de la producción de la mina de carbón" y la entrega de un subsidio de 200 mil pesos para apoyar la continuidad del tren turístico de la provincia.
El repentino acercamiento entre el presidente y el gobernador llega en momentos en que los colaboradores de Kirchner elevaron sus reclamos al gobierno para que avance en la definición de a qué precandidato del PJ apoyará el duhaldismo en las internas. También 24 horas después del último "no" del Lole y a tres días de que se reúna el consejo nacional del PJ, donde el duhaldismo y el menemismo podrían consensuar una fecha para las primarias.
Antes de viajar al sur del país, Duhalde se quejó de "muchos políticos que comenzaron su campaña con predicciones apocalípticas" y que "ahora les cuesta mucho cambiar el discurso". Aunque no los nombró, el tiro por elevación fue para Carlos Menem y Adolfo Rodríguez Saá, a quienes también criticó porque no reconocen que "la reactivación económica" del país. "No lo ven los que no lo quieren ver, o aquellos que han estado boicoteando el crecimiento de la Argentina", disparó luego.

Cargando contra el mercado
Además, fustigó al modelo instaurado por Menem en la década pasada. "Fue esencialmente antiindustrial, pero se desplomó, y con él cayó la convertibilidad", dijo. En defensa de su gestión, afirmó: "No fuimos nosotros los que terminamos con la convertibilidad, fue el mercado; un mes antes que yo asumiera ya la convertibilidad había estallado en Argentina". Por último, aseguró que el país está hoy "en una economía muy competitiva, y si perseveramos, ya la casa no volverá a derrumbarse".
En Río Turbio volvió a embestir contra el proyecto neoliberal, para beneplácito de Kirchner, un histórico crítico del modelo menemista. Ante cientos de santacruceños, Duhalde destacó "la angustia que me trasmitía el gobernador" por la recesión de los últimos cuatro años, que -reiteró- "este año se terminó".
El presidente lanzó "saludos a todas las provincias", entre las que incluyó a "los riojanos y chaqueños", paradójicamente, luego de que Menem anunciara ayer la suspensión de un acto proselitista en Tierra del Fuego debido a problemas en el avión en el que iba a viajar desde La Rioja.
"Hermanos santacruceños, sobre los escombros del modelo anterior tenemos que recrear un nuevo modelo, porque hoy vale la pena producir en la Argentina", alentó el presidente desde palco. Luego les pidió a "los jóvenes que sueñen, que recreen las utopías" y "no escuchen a los agoreros que dicen que todo va a ir para abajo".
Finalmente, rogó "a Dios para que en estas fiestas nos dé fuerza a todos los que gobernamos para que el año próximo, cuando entreguemos el gobierno al presidente que elijamos los argentinos, pueda haber una Argentina pacificada y trabajando".



Kirchner y Duhalde levantan las banderas antimodelo.
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