Haciendo gala de una medida y poderosa atropellada, el potrillo Freddy se consagró como el mejor caballo del año al adjudicarse el Gran Premio Carlos Pellegrini, cotejo que junto a los grandes premios Félix De Alzaga Unzué y Joaquín S. De Anchorena (ver recuadro página 15), conformaron la triple cartelera internacional de Grupo I, llevada a cabo ayer en el césped normal de San Isidro.
Conducido por Pedro Robles (ocupó el lugar de Jorge Valdivieso, ya que éste fue golpeado seriamente por un ejemplar tras desensillar luego de la 9ª carrera), el hijo de Roy superó por 3 1/2 cuerpos a Peasant, reeditando -con la misma receta y ante el mismo adversario- su anterior victoria en Nacional.
La carrera tuvo una primera largada en falso, al no abrirse el partidor de El Realizado. El starter oficial anuló rápidamente esa suelta e hizo retornar a los caballos, cuando ya habían recorrido los primeros 150 metros de carrera, y punteaba por entonces Rodeno. En la segunda partida se abrieron todas las puertas, y nuevamente Rodeno asomó al frente con 2 1/2 cuerpos sobre Peasant al que seguían en ordenado pelotón Bat Ruizero, Grand Vitesse, Pellegrino, Potriquillo, y los demás competidores. Freddy se ubicaba sólo adelante de Purvis y Desatino quienes cerraban la marcha.
Sin demasiadas variantes, se internaron en la curva anterior al derecho y ahí Peasant dominó a Rodeno, mientras Pellegrino intentaba discutirle el liderazgo, en tanto comenzaron las atropelladas de Bat Ruizero, Grand Vitesse y Frankarraldo, a los que luego se iba a sumar la de Freddy cuando restaban 400 metros.
Allí apareció en escena Freddy con toda su potencia pasando al flanco exterior de Peasant, superándolo con la contundencia que puede ofrecer visualmente un margen de 3 cuerpos y fracción.
Revancha esperada
Pedro Robles ni se imaginaba una tarde como la de ayer. Es que en principio iba a mirar el Pellegrini desde el cuarto de jockeys. Sin embargo, la ofrece revancha, y el tucumano la aprovechó al máximo, cosechando el éxito más trascendental de su campaña.