Sin sobrarle nada, el chubutense Omar Narváez retuvo ayer su título mosca de la Organización Mundial de Boxeo (OMB) al imponerse por puntos en fallo dividido al italiano Andrea Sarritzu en el combate realizado en la localidad de Quartu Santa Elena, vecina a Cagliari en la isla de Cerdeña, de Italia. Si bien el púgil argentino dejó una mejor impresión a lo largo de los 12 rounds disputados, el resultado en las tarjetas fue dispar en los jurados ya que dos lo vieron ganador al chubutense mientras que el otro lo dio ganador al italiano. Las tarjetas dieron estos guarismos: el francés Robin Belpiere falló 116-113 para Narváez, el alemán Kurt Jakobsen 116-112 también para el argentino y el estadounidense Jack Ciampa insólitamente vio ganador a Sarritzu 116-112. Fue árbitro del combate el afamado y reconocido estadounidense Joe Cortez, quien no tuvo demasiada labor por la corrección con la que se desempeñaron los boxeadores. El argentino comenzó con todo su potencial ante un adversario -retador opcional- que en la previa aparecía como un púgil semidesconocido y de muy poca experiencia, aunque en su palmarés carga con ser el actual campeón intercontinental de la OMB y también fue campeón intercontinental de los minimoscas de la FIB, aunque la mayoría de los rivales que enfrentó en su corta trayectoria son de record negativo. Dos rounds le duró a Narváez mantener la iniciativa, en esos primeros seis minutos el argentino mantuvo un ataque constante, incluso prevaleció en los cruces y aplicó certeros golpes que fueron muy bien asimilados por su oponente. Pero en las vueltas siguientes el trabajo del argentino fue decayendo permitiéndole a Sarritzu agrandarse, y de a ratos mantener la iniciativa, aunque sin conseguir diferencias notorias en una pelea de trámite discreto. Lo mejor del italiano estuvo en el quinto round porque se paró en la mitad del ring, asumió por primera vez el rol de desafiante, y con golpes por adentro sorprendió en varias ocasiones a Narváez. En las vueltas siguientes el argentino pareció estar ahogado, perdió precisión en sus golpes, incluso en reiteradas ocasiones pareció no adecuarse al piso del ring. La última parte de la pelea, de trámite limpio y con el renombrado árbitro Joe Cortez prácticamente parado como espectador privilegiado, tuvo a un Narváez mucho más pensante plantado decididamente de contra y aplicando los mejores golpes. Sarritzu intentó buscar el combate en la corta distancia, pero no tuvo argumentos para conseguir dar vuelta el trámite, aunque para el jurado Ciampa actuó correctamente ya que lo dio ganador por cuatro puntos, algo inexplicable.
| El argentino mostró autoridad fuera de casa y ganó en Italia. | | Ampliar Foto | | |
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