Año CXXXVI
 Nº 49.691
Rosario,
sábado  14 de
diciembre de 2002
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Ante enviados del presidente, el Lole apagó las esperanzas en su candidatura
Reutemann le dio ayer el "no" final al clamor del duhaldismo
En secreto, los máximos operadores de la Rosada fueron a Santa Fe para tratar de convencerlo

Omar Bravo / La Capital

Los operadores políticos desplazados por el gobierno nacional a la ciudad de Santa Fe, recibieron ayer, estoicos, la frase definitiva: "Tengo todo el respeto del mundo por Duhalde, y aunque me arrepiento, digo no. Soy un gringo de palabra...". Según la descripción de un testigo, con un talante entre serio y triste, Carlos Reutemann le dio al duhaldismo el "no" final a su candidatura presidencial para el año próximo.
La reunión se realizó ayer, a primera hora de la tarde en la Casa Gris, y los enviados del gobierno nacional llegaron con la esperanza de coronar, con un cambio de parecer de Reutemann, las conversaciones reiniciadas en octubre, después del primer "no" del gobernador, en julio pasado. Según las fuentes, lentamente Reutemann fue dejándoles en claro que su posición seguía siendo la misma, puesto que no veía un cambio radical de la situación cómo para volver de su "no" original.
A las 17,40, uno de los interlocutores de Reutemann relató a La Capital "El sueño de Lole terminó. Este es el «no» definitivo". Preguntado sobre cómo había reaccionado el jefe del Estado ante la novedad que inmediatamente le informaron por teléfono, dijo que "(Eduardo) Duhalde lo esperaba, sabía que era difícil". Los hombres del presidente dijeron que aunque lo lamentaban, no se sentían shockeados ni desanimados.

Volver a empezar
"A partir del lunes iniciaremos nuevos análisis, nuevas tareas, y daremos una respuesta política al nuevo cuadro de situación", adelantaron.
Al repasar la situación, en especial la de las frases definitivas, La Capital preguntó: "¿Reutemann dijo que se arrepentía, pero que de todos modos decía que no?", dato que la fuente (la principal del duhaldismo) confirmó.
Aunque a alguien pueda parecerle contradictorio, el gobernador de Santa Fe ya lo había expresado en términos similares en una entrevista con La Capital cuando, en julio pasado, dijo: "Es una herida que jamás terminará de cerrar. Nadie tiene que envidiarme por la situación que estoy pasando, desde aquí hasta que me muera me voy a levantar pensando en lo que rechacé". Nada más ni nada menos que la Presidencia de la Nación, según aseguran todas las encuestas.
Como sea, el episodio de ayer cierra un proceso que encadenó varias conversaciones a medio terminar, un gran componente de deseo, la certeza del equipo político del presidente Duhalde en el sentido de que "Lole quería ser presidente", impresión que desencadenó el "operativo clamor" (a favor), más tarde el "operativo alcaucil" (en contra) y finalmente la "esperanza rubia", iniciativas políticas sobre las cuales La Capital informó en detalle.
Uno de los enviados a Santa Fe, quien sólo informó sobre el resultado de su gestión y no quiso revelar otros puntos, fue preguntado si la entrevista que Duhalde tendrá hoy en Santa Cruz con Néstor Kirchner, no es en realidad el inicio del Plan B del oficialismo, en términos de candidaturas. "No lo sé", respondió antes de despedirse.
De esta forma el gobierno nacional ingresa en los últimos días del año con mucha tarea por hacer, como prevenir los rumores de violencia durante la jornada del 20 de diciembre, votar en el Parlamento el presupuesto 2003 y empezar de cero con el proceso electoral interno, ahora ya sin su candidato preferido. "Hermano, date cuenta, este era el candidato de la sociedad, no solamente el nuestro. Ahora, Dios dirá", reflexionó una de las fuentes tras maldecir la humedad extrema de la capital santafesina.
En el frente externo, el gobierno ya se resignó a que será muy difícil alcanzar un acuerdo Fondo Monetario Internacional. Con la decisión de no pagarle al Banco Mundial los 800 millones de dólares vencidos, acordar con el FMI se torna una quimera. Duhalde y Roberto Lavagna, encuentran que es inaceptable arriesgar los 9 mil millones que hay de reservas sin la certeza de que el FMI habilitará un acuerdo, aunque sea transitorio.
El gobierno, no sin riesgo, aprovechará al máximo el extraño sistema de vencimientos de los organismos multilaterales de crédito, cuyo incumplimiento es presentado localmente como la madre de todas las desgracias, pero que por tecnicismos que los mismos organismos preven, pueden ser estirados sine die como ha ocurrido hasta ahora con la Argentina del default.
O sea, la Argentina no pagará, y con esta situación irresuelta atravesará el largo verano del 2003, y llegará en la misma forma a las elecciones de abril.

Detrás de escena
En la política doméstica, otra ronda de desacuerdos con el menemismo, completa la nebulosa oficial. "La relaciones con el menemismo se enturbiaron por el teatro que montaron a través de Ambito Financiero", dijo una fuente oficial para referirse al artículo sobre un encuentro Menem-Duhalde (este fin de semana en el sur), en el que el actual presidente, palabra más o menos, se rendía ante el hombre de Anillaco.
Ayer a la noche, de regreso a sus provincias, los interlocutores de Reutemann se habrán identificado con aquella frase cliché de los amores rotos: "Fue bueno mientras duró". Porque no hay dudas que para el duhaldismo, todo era mejor en los tiempos en que la "esperanza rubia" era nada menos que eso: una esperanza.



"Tengo todo el respeto del mundo por él, pero digo no". (Foto: Enrique Rodríguez)
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