Año CXXXVI
 Nº 49.688
Rosario,
martes  10 de
diciembre de 2002
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Bush designó al frente del Tesoro a otro empresario
El sucesor de O'Neill asumirá con la tarea de hacer crecer la economía y reducir la desocupación

El presidente estadounidense George Bush designó ayer al empresario ferroviario John Snow como secretario del Tesoro y le encomendó la tarea de acelerar el crecimiento de la economía y reducir la desocupación, cuyos últimos indicadores determinaron la renuncia de su antecesor Paul O'Neill.
Al anunciar su nombramiento, Bush sostuvo que Snow asumirá su cargo "en un momento importante para la economía norteamericana: la inflación está bajo control, los datos de la productividad son alentadores pero hay desafíos que podrían retrasar nuestra recuperación económica. La desocupación es muy alta", dijo.
O'Neill, conocido en Argentina y en la región por su incontinencia verbal y recordado por su férrea defensa de "los plomeros y carpinteros estadounidenses", se vio forzado a renunciar el viernes luego de difundirse que la desocupación en Estados Unidos llegó al 6%, tras haber asumido la titularidad del Tesoro desde la llegada de Bush en enero de 2001.
Sobre Snow, el presidente dijo ayer que "será un asesor clave para la economía" y lo consideró un "miembro soberbio" de su gobierno, al tiempo que confió en que trabajará con él en un paquete de medidas para estimular el crecimiento y el empleo.
En tanto, el designado secretario, recordó que la recesión que atravesó EEUU en 2001 "fue una de las más cortas y más ligeras" de la historia económica moderna, pero que el gobierno no podría estar satisfecho hasta que "cada estadounidense que busca trabajo pueda encontrarlo".
Bush no anunció, no obstante, el nombre del asesor económico de la presidencia, que el mismo viernes dejó vacante Lawrence Lindsey, por las mismas causas que motivaron el alejamiento de O'Neill.
Para los dos funcionarios renunciantes, Bush dedicó algunas palabras elogiosas, al asegurar que tanto O'Neill como Lindsay habían "sacado a la economía de la recesión y la había puesto en el camino del crecimiento".
Snow, de 63 años y ejecutivo de el grupo de transporte CSX Corporation, líder en el sector de fletes ferroviarios en el este de Estados Unidos y con tenencias en la barcacera local Uabl, deberá ahora esperar la aprobación del Senado para ocupar su cargo, trámite sobre el que el Bush ya pidió celeridad a los senadores.
En principio, la designación de Snow no debería encontrar oposición en el Congreso, ya que contrariamente a su predecesor, el nuevo funcionario tiene buenas relaciones en ese ámbito, además de excelentes contactos entre los empresarios, situación que Bush quiere aprovechar. Catalogado como un hombre cercano al poderoso presidente de la Reserva Federal estadounidense, Alan Greenspan, dirigió la Business Roundtable, una muy influyente asociación de líderes de grandes empresas.
Si bien Snow es republicano, también tiene buenos contactos con los demócratas moderados, y siempre mantuvo vínculos estrechos con los medios del Congreso luego de su pasaje por el Departamento de Transporte, donde trabajó entre 1972 y 1977 bajo la presidencia de Gerald Ford.
El nuevo secretario del Tesoro impulsó el reordenamiento de los contralores contables del Estado cuando este año estallaron los escándalos financieros, lo que también gravitó en su designación.
"Tiene una tradición de larga data en la gestión de empresas observando una ética escrupulosa", declaró ayer Bush.
Aparte de sus credenciales empresarias, Snow tiene un doctorado en Economía de la Universidad de Virginia y se graduó de abogado en la Universidad George Washington.



John Snow está ligado a la industria ferroviaria.
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