La flamante cúpula de la Conferencia Episcopal Argentina que encabeza monseñor Eduardo Mirás (Rosario) reclamó ayer al presidente Eduardo Duhalde una "eficaz" red de contención social que permita evitar más muertes por desnutrición infantil en el país. Los prelados evitaron tocar con el primer mandatario el tema político, pese a la proximidad de las elecciones, al tiempo que evitaron pronunciarse ante los periodistas respecto de la política social implementada por el gobierno.
También hicieron una referencia a los alcances que tendrá la jornada de pacificación, prevista para el 18 de este mes por la mesa ampliada del Diálogo Argentino con la intención de evitar probables hechos de violencia cuando se conmemore el primer aniversario del "cacerolazo" que determinó la caída del ex presidente Fernando de la Rúa.
Si bien la visita a la quinta presidencial de Olivos fue considerada como "un saludo protocolar", fuentes eclesiásticas precisaron que los obispos apelaron a su habitual lenguaje religioso para recordarle al jefe del Estado que urge "globalizar la solidaridad" y buscar mecanismos para reducir la brecha entre ricos y pobres.
En este contexto, los referentes eclesiásticos hablaron de la tarea asistencial y de promoción humana que desarrolla Cáritas Argentina en pro de satisfacer las necesidades básicas insatisfechas de millones de argentinos.
Ideas centrales de la conversación con Duhalde que fueron confirmadas al salir por el propio monseñor Mirás, quien aclaró que "no hablamos de política absolutamente para nada" sino de "solidaridad en general y de Cáritas".
"El mensaje que tenemos para el país es el de siempre: el llamado a la solidaridad, la necesidad de pensar que todos somos verdaderamente hermanos y que todos tenemos derecho a vivir un poco mejor", subrayó el obispo de Rosario ante la prensa.
El encuentro se realizó en la residencia de Olivos y participaron Mirás, el arzobispo de Corrientes, monseñor Domingo Castagna, y el obispo auxiliar de Buenos Aires, monseñor Guillermo Rodríguez Melgarejo, vicepresidente segundo y secretario general del Episcopado.
Bergoglio con un problema de salud
El gran ausente en la reunión fue el arzobispo de Buenos Aires y vicepresidente primero del Episcopado, cardenal Jorge Bergoglio, quien tuvo que someterse a un imprevisto chequeo médico -según explicó Mirás- por "un pequeño problema de salud".
La audiencia tuvo carácter protocolar con motivo de la reciente designación de la nueva comisión ejecutiva del Episcopado -que además de Mirás y Bergoglio integran Domingo Castagna (Corrientes) y Guillermo Rodríguez Melgarejo (secretario general), y también contó con la presencia del secretario de Culto, Esteban Caselli.
"Venimos a saludar al presidente y estuvimos hablando fundamentalmente del trabajo que realiza Cáritas" para ayudar a los sectores más pobres del país, indicó el arzobispo de Rosario, al término de la reunión.
Monseñor Mirás se preocupó en aclarar que las cuestiones políticas no formaron parte del temario de la reunión, a pesar de los pocos meses que faltan para la realización de los comicios para elegir un nuevo presidente de la República.
La delicada situación social que vive el país, en cambio, estuvo presente en las conversaciones entre los prelados y el primer mandatario.
Sin embargo, el titular del Episcopado aclaró que no hubo ningún pedido presidencial especial para que Cáritas colabore en el reparto de alimentos, a pesar de recordar que la institución religioso siempre ha trabajado en el tema.
Y cuando se le consultó si la Iglesia estaba dispuesta a trabajar junto con el gobierno en el denominado Operativo Rescate para luchar contra la desnutrición infantil, Mirás indicó que "Cáritas siempre trabaja en todo lo que sea solidaridad".
El obispo evitó opinar ante los periodistas sobre la política social implementada por el gobierno.