Las negociaciones entre Bernie Ecclestone y las marcas de coches dentro de la Fórmula 1 pasan por un mal momento, por lo que el fantasma de un rompimiento en la máxima competición del mundo del automovilismo deportivo reaparece.
Según explicó ayer el diario "Financial Times", Ecclestone canceló una reunión prevista para esta semana con los fabricantes en la que estaba previsto certificar la entrega de una mayor cuota de poder en la Fórmula 1 a los equipos.
Ecclestone reclama que no recibió respuesta de los equipos a su propuesta de venderles un paquete de acciones de la empresa Slec, poseedora de los derechos de comercialización de la Fórmula 1.
"La reunión era para dar a los fabricantes algunas acciones, llevamos hablando de esto algún tiempo. Les hicimos una propuesta para discutirla, su banco (Goldman Sachs) tiene la propuesta, pero no recibimos ninguna respuesta de Goldman Sachs, ¿qué sentido tiene hacer la reunión?", afirmó Ecclestone.
Un salvavidas de Mosley
Por su parte, el presidente de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA), Max Mosley, le estrechó de nuevo una mano a su amigo Ecclestone al afirmar que su organismo no aprobará ninguna competición rival de la Fórmula 1. En cualquier caso, ello podría contravenir las normas de la libre competencia de la Unión Europea (UE).
Desde hace algún tiempo, los fabricantes, encabezados por Ford (que posee el equipo Jaguar), FIAT (Ferrari), Daimler-Chrysler (con Mercedes como suministrador de motores de McLaren) y Renault, amenazan con crear su competición paralela si no obtienen mayor poder de decisión en la Fórmula 1.
Hacia ese fin, las marcas crearon incluso una compañía, Gpwc, para desarrollar el campeonato. La nueva serie comenzaría en 2008, puesto que los fabricantes están comprometidos con la Fórmula 1 hasta esa fecha desde la firma de los acuerdos del Concorde. (DPA)