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Derechos Humanos

El 10 de diciembre es el día en que se conmemoran el la Declaración de los Derechos Humanos. El espíritu de esta carta fue la de evitar por todos los medios posibles la guerra y concretar la paz social entre los pueblos y en alguna medida salvaguardarnos de nosotros mismos. Veníamos de un holocausto global, de un holocausto promovido por el ateísmo, el cientificismo, el hedonismo, el pragmatismo, el nihilismo y el materialismo. En algo el mundo ha cambiado pero en la Argentina pareciera que no se ha tomado nota. Siguen habiendo remates compulsivos y faltan viviendas únicas para los ciudadanos que pisan este suelo. Siguen estando libres los genocidas que mataron a más de 30 mil desaparecidos. Siguen impunes los gerentes de bancos, responsables políticos, fuentes de seguridad, agentes de aduanas que perpetraron la estafa más impresionante del siglo, nada más ni nada menos que más de 70.000 millones de dólares, que se han convertido en los dolores de la población general. Sigue habiendo genocidio con nuestros ancianos y sigue habiendo desnutrición infantil. Sigue intacto el aparato represivo del tiempo del proceso de reorganización nacional. Sigue sin esclarecerse el vaciamiento del Bid, del Banco Mayo y el Banco de Santa Fe. Sigue sin esclarecerse el caso Cabezas. Sigue sin esclarecerse el atentado a la Amia y a la Embajada de Israel. Sigue sin explicación por qué hay tantos exiliados económicos argentinos, en una Nación que da de comer a millones de personas en el mundo. Sigue una especie de embrutecimiento futbolero de nuestra gente. Sigue Martínez de Hoz, Cavallo, Aleman y tantos otros libres y no en la carcel por mala administración pública. Creo que lo que hoy tiene jerarquia constitucional debe ser respetado porque la enumeración anterior es la culminacón de miles de violaciones perpetradas a esta Declaración de los Derechos Humanos. Por eso hoy, junto a millones de personas en el mundo, a innumerables ONGs que piden condonación de deudas externas y derechos humanos, yo digo: derechos humanos ya
Pastor Samuel Alberto Jara, presidente Centro Vox Dei Internacional