Año CXXXVI
 Nº 49.687
Rosario,
lunes  09 de
diciembre de 2002
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Las Leonas campeonas
Ayelén Stepnik llenó de orgullo a sus padres
Eduardo y María Esther cuentan su felicidad por el presente de su leona

Elbio Evangeliste / La Capital

Eduardo Stepnik y María Esther Puche, los padres de Ayelén, salieron el sábado a compartir una cena con amigos, pero cuando se acercaba la hora del partido dejaron la reunión de lado y se dirigieron hacia su domicilio para palpitar a la distancia la final de Las Leonas ante Holanda. Es que se trataba de "estar tranquilos, sin que nadie nos distraiga ya que uno se pone muy tenso y no se quiere perder ningún detalle", tal como comentó María Esther en diálogo con Ovacion, mientras Eduardo reforzaba lo dicho por su esposa con su cabeza antes de agregar que "estando con gente te sentís más atado en las expresiones, en los análisis".
El de ayer no fue un día más para los Stepnik. A la felicidad que provocó el logro del título mundial de Las Leonas se sumó el requerimiento de la prensa y, como es habitual en estas ocasiones, tuvieron que soportar el timbre del teléfono varias veces por minuto para recibir el saludo y las felicitaciones de sus amigos y los de Ayelén.
Demás está recalcar la alegría que les produjo ver en la madrugada del domingo a un grupo de jóvenes abrazándose y bailando como locas entre las que se encontraba su querida Ayelén. Pero claro, antes de que la felicidad ganara terreno hubo que soportar varios minutos de nervios, aunque "en el partido que más nerviosos estuvimos fue contra Australia. Los dos equipos que llegan a la final siempre tienen sus méritos, por eso es que lo tomamos con mayor tranquilidad", advirtió Eduardo.
Obviamente esa tranquilidad a la que hacían referencia sufrió las alteraciones lógicas cuando apenas a dos minutos del final Boomgaardt marcó el empate para Holanda. Pero en ningún momento imaginaron el peor de los desenlaces, el que por suerte no llegó, sobre todo porque "lo hecho por Holanda tenía el mismo valor que lo que hicieron las chicas argentinas. Te repito, salir primero o segundo en competencias de este nivel tiene el mismo mérito", agregó.
Si algo quedó claro es que el título no tomó por sorpresa a nadie, menos aún a cada una de las integrantes del seleccionado y a su técnico Sergio Vigil, quienes antes de emprender viaje hacia Australia habían afirmado que iban con el firme objetivo de ser campeonas.
"Ellas iban muy bien preparadas tanto en lo físico como en lo deportivo, eso es lo que nos decía Ayelén antes de viajar", destacó por su parte María Esther, una madre que a la hora de vertir una opinión de su hija como persona dijo: "Es una chica muy humilde, pero a la vez muy activa. Trata de hacer todo lo mejor posible porque es muy responsable. Hay días que llega de Buenos Aires a la madrugada y a las seis de la mañana la escuchás que se está bañando para irse a la facultad (estudia odontología) y leyendo los apuntes en el colectivo. Trata de hacer todo sola y no dejar nada en manos de los demás, pero lo que más rescato es su humildad, la misma que tienen el resto de las chicas. Por esa humildad llegaron a ser lo que son", advirtió María Esther.



Ayelén festejó y sus padres cuentan cómo lo vivieron. (Foto: Néstor Juncos)
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