Vaya paradoja la de esta Liga de las estrellas. Mientras en Barcelona todo es decepción y críticas a los responsables de un equipo que va barranca abajo, en Madrid la fiesta tras la obtención de la Intercontinental, continúa. Y parece que va a ser larga. Es que el equipo de los sueños, el que levanta bien alto el orgullo de la capital española , apareció ayer en la mayor de las islas Baleares y terminó humillando a Mallorca con un contundente 5 a 1. Real Madrid parece haberse despertado de su letargo y el equipo de Leo Franco y el Caño Ibagaza poco pudo hacer frente a las estrellas merengues. No pudieron ofrecerle resistencia. A saber: Ronaldo parece hacer todos los méritos para quedarse con el Balón de Oro. Y Raúl no se quiere quedar atrás. Así, no hay rival que aguante. Cataluña no sólo sufre por Barcelona. También lo hace por Espanyol que no puede encontrar el rumbo. El equipo de Maxi Rodríguez y Martín Posse brindó dignidad deportiva para igualar un partido que estaba 2 a 0 abajo, pero no le fue suficiente para torcer el destino y terminó cayendo ante Betis por 4-2. En Vigo, la jornada futbolística no pudo esquivar la realidad. Por eso, antes de enfrentar a Alavés, los jugadores de Celta portaron una pancarta de apoyo a la gente del mar tras la catástrofe del Prestige. Después hubo fútbol y el equipo más argentino de la liga (Cavallero, Cáceres, Méndez, Berizzo, Coudet y Gustavo López, fueron titulares) venció al conjunto de Desio (se fue expulsado) y Astudillo por 2 a 1. Osasuna parece haber encontrado el camino. Fue a Bilbao y no le tembló el pulso para vencer a Athletic por 3 a 1. En el partido que cerró la jornada, Atlético de Madrid venció a Valladolid por 1 a 0 con gol del Niño Fernando Torres. Así, el entrenador Luis Aragonés celebró su partido 700 con un triunfo y su equipo sigue prendido en el lote de los de arriba.
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