Buenos Aires.- Una técnica del Conicet fue descuartizada viva en su departamento del barrio porteño de Colegiales y la policía detuvo a un hombre, que está sospechado de cometer el crimen durante un rito esotérico.
Susana Tramasera, de 61 años, fue golpeada en la cabeza y luego seccionada en seis partes por el asesino, quien, según los peritos del Cuerpo Médico Forense es "un experto" descuartizador de cadáveres, ya que "nunca antes se había visto un trabajo de cirugía tan perfecto".
El caso, que trascendió ayer, fue descubierto el martes último y, según la autopsia, la mujer fue asesinada por lo menos una semana antes.
El hecho ocurrió en el departamento en el que la mujer vivía hace aproximadamente dos años, ubicado en el octavo piso "A", del edificio de Maure 2487, a metros del cruce con la avenida Cabildo y a cinco cuadras de la estación Colegiales.
En el mismo momento que la policía encontró el cadáver, detuvo en el lugar a un hombre, de 45 años, que admitió profesar el culto umbanda y que, en un principio, dijo estar al cuidado del departamento y de los gatos de la dueña de casa que había viajado a la provincia de Tucumán.
El episodio se inició el 3 de este mes, cuando dos abogados amigos de Tramasera radicaron una denuncia por averiguación de paradero en la seccional 31ª, ya que hacía días que intentaban localizar en vano a la mujer y en su casa atendía el teléfono un hombre a quien no conocían.
La técnica del Conicet, quien vivía sola, debía firmar unos papeles por una sucesión, por lo que a los abogados les pareció extraño que hubiera viajado sin avisarles.
Policías de la seccional 31ª se dirigieron al departamento y, tras conversar con el portero, se enteraron de que había un hombre viviendo allí por unos días, aparentemente a pedido de la dueña de casa.
Cuando se disponían a subir al octavo piso, los policías se toparon en la puerta con esa persona, quien les ratificó el motivo de su presencia en el lugar y no se opuso a que los efectivos ingresaran al lugar. Poco después, en el lavadero del departamento, los pesquisas hallaron el cadáver seccionado de Tramasera, sobre una mesa y tapado con una cortina.
El cuerpo había sido seccionado en seis partes: la cabeza, las extremidades y el torso. Algunas de ellas habían sido introducidas en bolsas de consorcio, precisaron los investigadores consultados.
El lavadero, de donde emanaba un fuerte olor nauseabundo, está a escasos metros de la cocina, donde el sospechoso detenido había estado cocinando su almuerzo hasta pocos minutos antes, contó un investigador.
Tras el hallazgo del cadáver, la policía apresó al principal acusado del homicidio, quien, según trascendió, admitió integrar una secta umbanda.
La autopsia indica que Tramasera sufrió fractura de cráneo y fue descuartizada cuando aún tenía signos vitales, lo cual agrava la situación del imputado.
Hipótesis
La principal hipótesis del crimen es que Tramasera fue atacada y seccionada en el marco de un rito umbanda. "Ella creía en todas esas cosas. De hecho, en su casa había velas, talismanes y libros sobre ese tipo de celebraciones satánicas", explicó uno de los investigadores.
La técnica habría conocido al agresor durante algún encuentro entre grupos de umbanda.
Durante el allanamiento, la policía halló varios cuchillos manchados con sangre, que eran sometidos a peritajes para determinar si se utilizaron para seccionar a la víctima.
Según las fuentes, al ser interrogado respecto de esas armas blancas, el hombre dijo que junto con Tramasera planeaban montar en breve una fábrica de cuchillos.
Tramasera ingresó a la carrera para técnica del Conicet en 1985 y desde abril de este año se desempeñaba en el Museo de Ciencias Naturales. Previamente había trabajado en el Laboratorio de Micropaleontología de la Facultad de Ciencias Exactas. (Télam)