Año CXXXVI
 Nº 49.685
Rosario,
sábado  07 de
diciembre de 2002
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La oposición antichavista extiende un día más el paro que ya lleva 5 días
La huelga en Venezuela se tiñó de sangre: 4 muertos y 20 heridos
Francotiradores balearon a una multitud opositora en una plaza. El gobierno evalúa el estado de sitio

Caracas. - El quinto día de paro general en Venezuela terminó de manera trágica. Anoche por lo menos cuatro personas murieron y 20 resultaron heridas cuando francotiradores abrieron fuego indiscriminadamente sobre una multitud de opositores al presidente Hugo Chávez en la plaza Altamira de Caracas, donde se encuentran desde hace un mes un grupo de militares disidentes. Casi paralelamente desde La Habana, la encargada de negocios del gobierno venezolano, advirtió que el presidente Chávez empleará todos los recursos para que la producción de petróleo no sea afectada, "esto incluye el estado de sitio o de excepción". La funcionaria fundamentó la posible medida diciendo que "no sería una medida autoritaria o dictatorial porque el presidente está obligado por la Constitución a mantener el orden público y la paz del país".
Al referirse al paro cívico que está afectando a la producción petrolera, la funcionaria venezolana expresó que "esta huelga tiene un carácter insurreccional que busca subvertir el orden constitucional vigente" y añadió que fue organizado por los mismos actores civiles y militares que fracasaron en un intento de golpe de abril. La diplomática dijo que era de esperar que los sectores opositores ahora busquen "radicalizar la violencia con otro golpe de Estado, un magnicidio o la guerrilla".
Mientras la Coordinadora Democrática daba un resumen de la jornada y anunciaba que el paro se prolongaría otra jornada más, se produjo el ataque al bastión disidente en la plaza Altamira. De acuerdo a la edición online del diario caraqueño El Universal, cuatro personas llegaron a la plaza y comenzaron a disparar a los opositores. El alcalde de Chacao, Leopoldo López, confirmó la muerte de cuatro civiles. La plaza fue evacuada casi automáticamente y los dirigentes opositores convocaron inmediatamente a un cacerolazo de protesta.
Las imágenes de TV mostraron charcos de sangre y heridos siendo llevados a centros asistenciales, señalando que pudieron haberse producido una veintena de disparos pero sin indicar el origen del tiroteo. Según la emisora RCR, se escucharon entre 10 y 12 detonaciones ante las cuales la gente se dispersó y se lanzó al suelo. Decenas de personas que acompañan desde el 22 de octubre a 14 generales que se declararon en rebeldía contra el presidente Chávez, se arrojaron al suelo para evitar ser alcanzados por los proyectiles.
El director de Protección Civil, Angel Martínez, confirmó el saldo del tiroteo y la detención de dos hombres sospechosos. La policía tuvo que proteger a los detenidos cuando fueron golpeados por los presentes, en medio de un arranque de indignación. Estados Unidos manifestó su preocupación por este ataque.
Durante la jornada el secretario general de la OEA, César Gaviria, intentó sentar a las partes en una mesa de negociación que fue rechazada por el gobierno un par de horas antes del ataque en plaza Altamira. Con el quinto día de paro cívico concluído y con la vital industria petrolera golpeada por la medida, el dirigente obrero Manuel Cova advirtió que sólo un anuncio de que el gobierno venezolano acepta someterse a unas elecciones adelantadas hará que se suspenda la huelga.
Cova, secretario general de la Confederación de Trabajadores de Venezuela y miembro de la delegación opositora que sostiene una ronda de diálogo con el gobierno, expresó que no prevé que el "pueblo regrese a su casa" si no se encuentra una solución electoral a la crisis política del país.
Cova indicó que el pueblo venezolano está reclamando una salida electoral a la crisis y espera que haya un anuncio al respecto en las próximas horas. "Ojalá podamos encontrar la salida porque yo no avizoro que el pueblo regrese a sus casas. Si no le anunciamos en las próximas horas o días una solución definitiva, este conflicto se va a mantener. Creo que la gente va a seguir en la calle si no se produce una solución", recalcó.
Pese a que la huelga general llegó a su quinto día, el gobierno no dio muestras de querer aceptar discutir un adelanto de elecciones, aferrándose a un discurso que ignora la huelga. El diputado Nicolás Maduro, negociador oficialista en la mesa de diálogo, llamó a los partidarios del gobierno a seguir manifestando su apoyo a Chávez en la calle.
En el quinto día de huelga comenzó a escasear la gasolina y se redujo la distribución de alimentos, mientras que la industria petrolera aumenta sus niveles de paralización.

Golpe a la industria petrolera
Con esta medida la oposición puso sus dedos en la yugular de Venezuela al golpear la vital industria petrolera con su campaña para forzar la salida del presidente Hugo Chávez. La producción de crudo se redujo entre 400.000 y 500.000 barriles por día (bpd), sobre un nivel de 3,1 bpd extraídos en noviembre, comentó el ministro de Energía, Rafael Ramírez. "Estamos hablando de un orden de 400.000 a 500.000 barriles al día de hoy", dijo el funcionario al ser consultado sobre los efectos del paro en la producción, y explicó que esa reducción se debía a lo que denominó "un nivel de regulación" porque ese petróleo se encuentra almacenado.
Ramírez aseguró que la producción podría regresar a sus nivel normales en dos días en caso de que el paro sea suspendido. Por su parte, el presidente de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA), Alí Rodríguez, debió salir ayer a desmentir reiteradas versiones sobre su renuncia al cargo. En un comunicado oficial, Rodríguez negó "enfáticamente" los rumores. Y aclaro: "Todos los miembros de la junta directiva estamos concentrados en restituir la normalidad operativa de la principal industria del país con el respaldo de un grupo significativo de trabajadores en todo el territorio nacional".
De extenderse la huelga, que obligó a la estatal PDVSA a declarar la fuerza mayor -una figura legal para protegerse de ser demandada por sus clientes ante un eventual incumplimiento de suministros- podría poner en serios aprietos a Chávez, debido a que la economía del país es altamente dependiente de las exportaciones de crudo. (DPA, Reuters y AFP)



Un policía identifica el lugar donde están los rebeldes.
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