Una dupla en decadencia

Hoy debuta "Rosa, Rosa y la pared" en La Morada

Dos hermanas rosarinas no pueden controlar la pasión por su ídolo y deciden instalarse en la puerta de su casa de Banfield. Sus nombres lo dicen todo. El objeto de deseo es nada más y nada menos que Sandro, y cualquier estrategia será buena para llamar su atención. Así se presenta "Rosa, Rosa y la pared", una obra que con mucho humor pretende acercar al gran público al teatro La Morada, Buenos Aires 990. Las funciones comienzan hoy, a las 22, y siguen mañana, en el mismo horario, y el domingo, a las 21.
Interpretada por Gabriela Palumbo y Daniela Groppo, la puesta dirigida y guionada por Gustavo Di Pinto reflexiona, de la mano de la comicidad, sobre el fanatismo, la soledad y la decandencia de dos mujeres que ven pasar la vida aferradas a una imagen: la de Sandro. "Ellas dejaron a sus pretendientes, abandonaron su futuro y se encolumnaron detrás de la ilusión de que, algún día, Sandro las elegirá para hacerlas feliz", deslizó Groppo.
"Rosa, Rosa y la pared" es una puesta no realista pero que para su realización contó con un profundo proceso de investigación. "Nos pusimos a estudiar los gustos del cantante, los de ahora y los de su época de fulgor", comentó la actriz. ¿El objetivo? Construir una a una las estrategias a través de las cuales las hermanas llegarán a ver a su ídolo tras una larguísima espera frente al paredón de la mansión que Sandro posee en Banfield.
La obra nada tiene de especial ni moderna, aclararon los artistas. "Es una historia sencilla de dos mujeres en decandencia que buscan algo en el lugar equivocado. Ellas y Sandro son un paquete retro, y hasta allí queríamos llegar, en busca de nuestros propios objetivos e ilusiones".