| | Dos comisarios condenados por apremios contra un abogado
| Un comisario inspector y un subcomisario que estaban a cargo de la Alcaidía de la Unidad Regional II en noviembre de 1998 fueron condenados a 3 años de prisión en suspenso por privar de libertad en forma ilegal y aplicar apremios a un abogado que pidió visitar a su cliente. El fallo del juez de sentencia Antonio Ramos, que puede ser apelado, sanciona al comisario inspector Guillermo Bueno y al subcomisario Ernesto Cozzi, quienes también quedarán inhabilitados por 6 años para ejercer sus cargos. La víctima fue Ricardo Giusepponi, de 55 años, un profesor adjunto de la cátedra de Derecho Penal y también enseñaba en Centro de Instrucción en Destino a los aspirantes a agentes de policía cuando ocurrió el ataque. El hecho ocurrió el 26 de noviembre de 1998 cuando el abogado fue a la Alcaidía para visitar a un cliente. Iba con la esposa y la hija de su defendido, una beba de 10 meses. Como era día de visita, unos 30 familiares de otros detenidos fueron testigos. El detenido no tenía orden de incomunicación y el abogado pidió autorización para verlo a uno de los jefes de la dependencia, que la negó. Insistió en que lo solicitaba en su calidad de abogado. El policía le negó el permiso en forma cada vez más violenta hasta que otro policía apareció en la sala y trasladó al abogado del brazo a otra habitación. Sentado y esposado al sillón, Giusepponi fue golpeado en la espalda y las piernas con un baritón frente a otros cuatro policías que estaban en la habitación. "Te vamos a terminar de reventar en un calabozo. El médico que pedís va a venir para revivirte", denunció Giusepponi que lo amenazaron los jefes policiales, al pedir la presencia del entonces titular de la URII, Oscar Partal; o la del juez de Instrucción en turno Juan Jose Pazos. Giusepponi permaneció dos horas esposado hasta que un médico policial llegó y lo revisó. La golpiza ocurrió frente a otros tres policías que ahora serán investigados en por falso testimonio. Son Martín Raúl Ramos, Víctor Ojeda y Adrián Villalba, acusados de mentir para favorecer a sus jefes y perjudicar al abogado. Giusepponi recordó que los policías que fueron testigos de la golpiza reconocieron que la situación les podría traer consecuencias y uno de ellos se retiró a informar la situación a otro superior. "Aunque después mintieron para defender a sus jefes", indicó el abogado.
| |
|
|
|
|
|
Diario La Capital todos los derechos reservados
|
|
|