Año CXXXVI
 Nº 49.681
Rosario,
martes  03 de
diciembre de 2002
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Miguel Angel era tan rico como avaro

Miguel Angel, quien pintó el techo de la Capilla Sixtina del Vaticano y diseñó la cúpula de la Basílica de San Pedro, hizo creer que era pobre, pero en realidad era muy avaro para mostrar su enorme riqueza, según revelaron historiadores estadounidenses.
"El fue un hombre divertido, algo paranoico y algo deshonesto, quien no quería que se supiera que era fantásticamente rico", aseguró Rab Hatfield, profesor de la rama florentina de la Universidad de Syracuse.
El famoso artista renacentista se quejaba en su vejez que estaba viviendo en la pobreza, pero Hatfield sostiene que amasó una gran fortuna al crear obras maestras como su deslumbrante David, ahora en la Academia de Florencia.
Hatfield ha descubierto dos cuentas bancarias de Miguel Angel y numerosas escrituras de compras que muestran que el prolífico pintor, escultor y arquitecto tenía una fortuna de unos 50 mil ducados de oro cuando murió en 1564, más que cualquier príncipe o duque de esa época. "Era un enorme monto de dinero", afirmó Hatfield, quien publicó sus hallazgos en un libro titulado "La riqueza de Miguel Angel".
Como forma de comparación, destacó que el palacio Pitti, una grandiosa construcción en el centro de Florencia que ahora es una amplia galería de arte, fue vendida a una duquesa durante el período de vida de Miguel Angel por 9 mil ducados de oro. "Le gustaba mantener grandes cantidades de dinero en una caja de madera al lado de su cama. Cuando murió se encontraron 8.400 ducados en la caja", relató el historiador.
"Miguel Angel trató de dar la impresión de que sus clientes, especialmente los Papas, lo habían tratado injustamente cuando fue todo lo contrario -afirmó. Ellos le pagaron muchísimo dinero pero él mordió más de lo que podía tragar y a veces no entregó las obras)".


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