Fue un robo fugaz pero ruidoso, porque al que empuñaba el veintidos le interesaba que el encargado del mostrador no dudara un instante en darle la plata de la caja. Por eso la advertencia: un disparo hacia arriba que perforó el yeso del cielorraso. Los que ocupaban las mesas saltaron en sus sillas y apenas tuvieron tiempo de ver salir al dúo de jóvenes que escapaba tras arrebatar 200 pesos de la chopería Gorostarzu, una de las más tradicionales de Rosario. Ayer a las 0.20, cuando quedaban algunas mesas ocupadas en la popular cervecería de Italia y Catamarca, dos muchachos de entre 20 y 22 años entraron como relámpago y fueron hacia el mostrador. Allí encararon al propietario del local, Esteban Cola, que los notó exaltados. Estaban los dos armados: uno con un revólver calibre 22 y otro con una pistola más poderosa. A los ladrones se los comían los nervios. Pidieron la plata con un grito enérgico y enseguida vino el disparo intimidatorio que no se escapó accidentalmente: varios de los empleados vieron como el asaltante apuntaba al techo y gatillaba. Luego sacaron lo que había en la caja y corrieron a la calle. Uno de ellos gritaba repetidamente "vamos, que viene la cana". Los clientes no percibieron el robo hasta que resonó el chasquido del tiro y a partir de allí fueron apenas espectadores de la huida. Los ladrones no se acercaron a ninguno de ellos pero ni bien quedó claro lo ocurrido los parroquianos se marcharon en masa. Algunos vecinos que estaban en la calle después le dijeron a la policía que los delincuentes habían escapado en una moto. Efectivos de la comisaría tercera recogieron más tarde del piso del bar la vaina de la bala disparada por uno de los ladrones. Entre mozos y personal de cocina había seis empleados en la chopería. Pero por el susto que pasaron ninguno pudo describir los rasgos de los ladrones, que actuaron sin cubrirse.
| Los ladrones sólo se llevaron 200 pesos de la caja. | | Ampliar Foto | | |
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