Año CXXXVI
 Nº 49.679
Rosario,
domingo  01 de
diciembre de 2002
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Saddam busca evitar usar armas químicas

Alistair Lyon

Londres. - Cuando los tanques de EEUU amenazan Bagdad, el presidente Saddam Hussein lanza misiles con gases venenosos o gérmenes mortales contra Israel, lo que provoca una represalia nuclear. Este escenario de pesadilla, aunque no del todo imposible, es bastante improbable, dicen los analistas iraquíes, israelíes y occidentales.
"La probabilidad de que alguna de las partes utilice armas de exterminio masivo es muy pequeña, pero las consecuencias potenciales son tan graves que tenemos que considerarla", aseguró Tim Garden, un experto de defensa del Royal United Services Institute (Rusi) de Londres.
En la Guerra del Golfo Pérsico de 1991, Irak lanzó una serie de misiles Scud contra Israel y Arabia Saudita, pero no llevaron cargas químicas ni biológicas, quizás a causa de una presunta advertencia estadounidense de que hacerlo invitaría a represalias nucleares. Años de sanciones e inspecciones de la ONU han reducido apreciablemente la capacidad de Irak para hacer impacto en Israel u otros aliados estadounidense, como Arabia Saudita y Turquía, con misiles de largo alcance.
Su reducida fuerza aérea actual tiene poca potencia para penetrar en un espacio aéreo enemigo. Si Saddam quiere sobrevivir, debe aceptar el consejo de los líderes de Francia, Rusia, los países árabes y otros, de que lo mejor es abandonar todos los programas químicos, nucleares, biológicos y de misiles de largo alcance y cooperar totalmente con los expertos de armas de la ONU, que reanudaron las inspecciones después de cuatro años.
Sin embargo, si se siente convencido de que el presidente, George W. Bush, está determinado a destruirlo, podría percibir la cooperación con el nuevo régimen de inspecciones más drástico como un medio para dilatar, en lugar de evitar, una invasión estadounidense en gran escala.
En este escenario, dicen los analistas, Hussein podría tratar de ocultar algunas de sus armas prohibidas a los observadores de la ONU con la perspectiva de utilizarlas en un conflicto final con EEUU. También podría ordenar a sus fuerzas lanzar misiles de corto alcance o disparar artillería con agentes químicos y biológicos contra las concentraciones de tropas estadounidenses en Kuwait, por ejemplo.

El juego de la adivinanza
Hasta qué punto los comandantes iraquíes obedecerían las órdenes sabiendo que provocarían represalias que harían desaparecer a sus propias unidades es algo que se desconoce.
"Es muy difícil leer la mente de Saddam", comentó Gary Samore, autor de un informe reciente sobre la capacidad de las armas de destrucción masiva de Irak del Instituto de Estudios Estratégicos de Londres. "Su estrategia es cooperar lo suficiente con los inspectores de la ONU para no ofrecer a EEUU un caso de guerra y al mismo tiempo preservar las capacidades que pueda considerar necesarias si Washington ataca o para el interés estratégico de Irak".
Irak niega poseer armas prohibidas, así que utilizarlas haría válidas inmediatamente las razones de guerra de EEUU. Samore expresó que aunque Bagdad no tiene una bomba nuclear, hay "un consenso bastante generalizado" de que ha retenido un arsenal limitado de agentes químicos y biológicos, con una capacidad reducida para utilizarlos, especialmente a largo alcance.
"La presunción es que algún uso es probable y que un uso en el campo de batalla es más plausible que utilizarlas contra blancos civiles fuera de las fronteras iraquíes, pero es probable que su efectividad sea limitada porque las tropas aliadas están bien protegidas", agregó. Mustafa Alani, un analista iraquí del Rusi, aseguró que Saddam podría tratar de alentar a las tropas a combatir en las calles de Bagdad, para aprovechar a los civiles como escudos humanos, pero no vacilaría en usar armas prohibidas si se siente acorralado.
"Si mantuvo un pequeño almacén de armas de destrucción masiva, las usará", dijo Alani, y añadió que las tropas de EEUU son el blanco más probable. La respuesta estadounidense podría incluir el uso de potentes bombas "fuel-air", que generan inmensas explosiones que probablemente incinerarán todas las municiones químicas y biológicas en el área, dijo Joanna Allen, conferencista del Departamento de Estudios Bélicos del King College.
Alani argumenta que en el caso probable de que Irak logre montar un ataque químico o biológico efectivo contra Israel podría dejar al Estado judío ansioso de una lógica represalia. "Ellos tienen la capacidad para responder con potencia, pero ¿de qué vale si el régimen iraquí resultará destruido de todos modos?", preguntó.
Cumpliendo demandas estadounidenses de que no haría nada que pusiera en peligro la coalición que expulsó a Irak de Kuwait en 1991, Israel se resistió a responder por los 39 misiles que causaron estragos, pocos muertos y heridos, durante esa campaña. Ahora, con poco apoyo árabe para una ataque estadounidense contra Irak, Israel dice que se reserva el derecho de responder a futuros ataques, pero se niega a discutir cómo lo haría.
"Lo menos que hablemos de esas cosas, mejor", afirmó el primer ministro israelí, Ariel Sharon. Israel bien podría responder con una retribución exacta si un ataque iraquí causara grandes bajas civiles, pero tendría muchas razones para resistir toda presión doméstica para una represalia usando las armas nucleares que se sospecha que tiene, dicen los analistas. (Reuters)


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