El juez de instrucción de Rafaela Alejandro Mognaschi tomará declaración indagatoria en las próximas horas a Julio César Unreim, acusado de asesinar a balazos a una pareja de novios en un paraje cercano a esa ciudad. Mientras tanto, la hipótesis de un presunto ajuste de cuentas parece ser la que más fuerza cobró y puso en un segundo plano la cuestión pasional o posible triángulo amoroso como motivación del brutal episodio.
El doble crimen ocurrió el miércoles a la noche. Los cuerpos de Lorena Guadalupe Tivano, de 21 años, oriunda de la localidad de Vila, y de su novio, Diego Cristian Destéfani, de 33, fueron encontrados la mañana siguiente en distintos puntos y con varias horas de diferencia. La chica apareció a un costado de la ruta provincial 70, entre San Antonio y Presidente Roca. Estaba tirada al lado del coche de su novio, un Opel Calibra, acribillada con 18 balazos en la cabeza y uno en un hombro. Destéfani fue hallado en un camino rural de Santa Clara de Saguier con un disparo que le ingresó por encima de la oreja y la atravesó el cráneo.
La policía detuvo después a Unreim, un jornalero de 21 años, que vive en Santa Clara de Saguier y que cuenta con numerosos antecedentes penales. El joven fue delatado por informantes, pero además estaba muy vinculado con Lorena Tivano, quien era la madrina de su bebé. Según fuentes policiales, Unreim confesó ser el autor material del doble crimen y también describió el lugar donde había arrojado la ametralladora FMK3 con la que ejecutó a las víctimas.
Relaciones peligrosas
De acuerdo a la investigación, Unreim y Destéfani se conocieron a través de Lorena. La chica presentó a su compadre y a su novio hace aproximadamente dos años. Desde entonces mantenían una relación estrecha. Los investigadores sospechan que el rafaelino y el jornalero de Santa Clara tenían negocios turbios en común. Una versión señala que el hombre asesinado sería el organizador de algunos robos llevados a cabo por el presunto homicida. Hasta lo que sabía ayer, la muchacha no aparecía vinculada a esas actividades.
La secuencia del crimen que por ahora parece tener más sentido para la policía sitúa a Destéfani frente al volante de su Opel importado. A su lado estaba Unreim y en el asiento trasero, Lorena. Eran poco más de las 22 y los tres aparentemente viajaban hacia Santa Clara de Saguier, el pueblo donde vive el sospechoso. Cuando ya habían iniciado el periplo los hombres comenzaron a discutir. El jornalero exigía una suma de dinero que supuestamente Destéfani le había prometido por un trabajo, y que éste se habría negado a entregar. Todo se complicó cuando el coche venía por la ruta 70 y luego empalmó con la 20, un camino de tierra que llega hasta el pueblo.
Luego de transitar unos 400 metros, la disputa recrudeció. Entonces Unreim empuñó la ametralladora y le ordenó a Destéfani que detuviera la marcha. Después lo hizo bajar del auto y cuando el hombre ya estaba con todo el cuerpo fuera del habitáculo le disparó a la cabeza. Desde el asiento trasero, Lorena reaccionó con gritos e insultos, shockeada por lo que había sucedido. Según el relato policial, el homicida giró sobre su asiento y gatilló su arma contra la chica, lastimándola milagrosamente una oreja.
El homicida tomó el control de vehículo y comenzó a desandar el camino. Así volvió al pavimento de la ruta 70. A todo esto, y mientras trataba de detener la sangre de su oreja, la joven seguía presa de un ataque de nervios, recriminándole con insultos y amenazas de denunciarlo a la policía por lo que le había hecho a su novio. Así ambos recorrieron cerca de 16 kilómetros y cuando estaban entre San Antonio y Roca, el homicida clavó los frenos, sacó a la chica del auto y la acribilló a balazos. Después la arrastró a unos metros de la ruta y arrojó el arma homicida debajo de un árbol. Finalmente se marchó del lugar, dejando abandonado la cupé.