| | Reducen una condena contra dos comerciantes Son los dueños de una estación de servicios acusados de asociarse con piratas del asfalto
| Los dueños de una estación del servicios de Correa imputados en en un resonante caso de piratería del asfalto fueron beneficiados con una reducción de dos años en su condena por la Sala II de Cámara Penal, ya que a criterio de los jueces no pudo probarse que fueran los instigadores del robo. Los comerciantes cumplirán tres años de prisión por adquirir una carga de combustible robada dos años atrás, lo que motivó una investigación sobre la presunta complicidad policial con los asaltantes de caminos. Omar Timpanaro, de 50 años, y su hijo Emanuel, de 22, habían sido condenados a cinco años de prisión por el robo de una carga de combustible hallada en los depósitos de la estación de servicios Sol del kilómetro 360 de la ruta 9. El juez de Sentencia Antonio Ramos evaluó que los comerciantes no se limitaron a adquirir el combustible robado sino que planificaron el asalto y por eso los consideró coautores de un robo a mano armada. Los jueces de la Sala Segunda de la Cámara Penal cambiaron esa calificación por la de partícipes secundarios al entender que existen "dudas" sobre la intervención de los imputados en la preparación del asalto. El único elemento incriminante en ese sentido, según los jueces, era el testimonio de Mario Enrique Gorosito, un chofer de Cañada de Gómez que cumple seis años de cárcel como el autor del robo del camión cisterna que llevaba el combustible. Según el fallo, sólo pudo acreditarse la recepción de mercadería robada por parte de los Timpanaro y que los comerciantes "alentaron el ilícito" al prometer la compra del combustible robado, lo que para los jueces no implica una instigación. En ese sentido destacaron el testimonio de Timpanaro hijo. En su declaración señaló que "era la primera vez que se compraba combustible de esta manera" y que su padre cerró la operación porque "estaba a buen precio", ignorando su procedencia. El combustible fue robado el 25 de enero de 2000 de un camión cisterna que viajaba por la ruta 9, cerca de Armstrong, con 16 mil litros de nafta y 18 mil de gasoil de la firma EG3. El chofer fue abordado por dos hombres que se movilizaban en una moto. Los asaltantes lo redujeron a punta de pistola y condujeron el camión hasta la estación de servicios. Luego lo liberaron en Arteaga. Gorosito fue reconocido por la víctima como uno de los autores del atraco, mientras que la carga y la moto fueron halladas en la estación de servicios. A raíz de una denuncia que formuló uno de los imputados a las Tropas de Operaciones Especiales, la Justicia de Cañada de Gómez investigó la presunta existencia de una "zona liberada" por parte de la cúpula de la Unidad Regional X para que operen los piratas del asfalto. Los oficiales investigados fueron sobreseídos por la jueza Ana María Bardone.
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