Año CXXXVI
 Nº 49.679
Rosario,
domingo  01 de
diciembre de 2002
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El derecho a la privacidad peligra en EEUU
Un sofisticado sistema informático rastreará en detalle la vida cotidiana en busca de potenciales terroristas

Deborah Zabarenko

Washington. - "Ellos" ya saben que usted tiene pie de atleta, que alquila películas pornográficas y que dio información falsa para sacar su licencia de conducir. Ahora, "ellos" son usualmente empresarios que quieren venderle algo. Pero muy pronto, "ellos" podrían ser el sistema de Conocimiento Total de Información del gobierno estadounidense, que tiene a los defensores de la privacidad muy preocupados.
Los vigilantes de la privacidad se sienten incómodos acerca del hombre que ha diseñado este sistema: John Poindexter, el ex asesor de Seguridad Nacional en el gobierno de Ronald Reagan, quien fue condenado -aunque luego fue desechada la sentencia-, por engañar al Congreso en el caso Irán-Contras. "Ellos están ahogándose ahora en información, no pueden hacer un buen análisis de los datos", dijo Jerry Berman, director ejecutivo del Centro para la Democracia y la Tecnología.
El sistema Conocimiento Total de Información (TIA, por sus siglas en inglés) sería parte de la guerra contra el terrorismo que desarrolla EEUU. Aunque no se ha puesto en práctica, Poindexter lo describió en agosto como una forma de rastrear potenciales terroristas por las ciberfirmas que dejan cuando hacen transacciones electrónicas. Para hacer esto, dijo, TIA necesitará nuevas formas sofisticadas para usar la información ya recogida en disparejas bases de datos, dijo Poindexter.

En la misma bolsa
El problema para los grupos que resguardan los derechos a la privacidad yace en el hecho de que a la gente ordinaria que no tiene lazos con actividades terroristas les utilizarían las firmas y terminando en la misma lista de los sospechosos. Hasta ahora, los detectives privados y del gobierno han ido tras los datos personales electrónicos en base a caso por caso, dijo Berman.
Las autoridades, la Seguridad Social y los empresarios, para nombrar tres ejemplos, recogen información diferente en busca de los sospechosos de delitos, dijo Berman. "Lo que es diferente ahora es que hay un interés generalizado en todo tipo de información, sin importar si el sujeto está o no relacionado con un delito", agregó. Hay mucha información disponible, para quienes saben cómo buscarla.
Las compras con tarjetas, las paradas en los cajeros automáticos y la navegación por Internet son tres maneras obvias de rastrear información personal. Pero estos no son los únicos caminos que las empresas, o los analistas de TIA, podrían tomar para descubrir potenciales terroristas.
El Centro Electrónico de Información de Privacidad, conocido por sus siglas en inglés EPIC, dijo que las tarjetas de ahorro de los supermercados, los directorios telefónicos, los sondeos, las rifas y apuestas, los registros de propiedad y financieros, las tarjetas de garantía de productos y las suscripciones de revistas pueden ser usados para crear perfiles del consumidor útiles en la mercadotecnia.
Estos documentos, aparentemente no relacionados, pueden dar un panorama detallado que puede incluir, no sólo las preferencias de compras e ingresos de una persona, sino su "estilo de vida" como el tipo de mascota que posee, en qué grupo religioso participa y si tiene enfermedades que van desde hongos hasta cáncer. Con toda esta información disponible en diferentes bases de datos, Poindexter dijo que "la información relevante extraída de los datos debe estar disponible en depósitos a gran escala con contenido semántico mejorado para facilitar el análisis para cumplir esta meta". "Obviamente ha habido un creciente problema dentro del sector privado acerca de la recolección de la información para el mercadeo dirigido", dijo David Sobel, consultor general de EPIC. "Lo diferente ahora es que el gobierno está poniendo más recursos en tener acceso a los datos recogidos privadamente", agregó. Esto podría significar la diferencia entre la preocupación acerca de tener más correo no solicitado y la preocupación de verse "atrapado en una especie de investigación del gobierno si el patrón de actividades coincide con el perfil de un comportamiento sospechoso", dijo Sobel. Incluso, para quienes pagan todo en efectivo hay riesgos, dijo Sobel: es casi imposible rentar un auto o comprar un pasaje aéreo con efectivo en EEUU y no despertar sospechas. (Reuters)


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