Luego del enorme apagón que anteayer afectó a casi 13 millones de personas en Capital Federal y localidades de Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba, entre otras provincias, la empresa de electricidad Edenor advirtió ayer que si se demora el reajuste en las tarifas -"que imposibilita a la compañía a realizar inversiones"- es probable que haya cortes de luz con "una frecuencia más continuada".
"El único sector al que no se le permitió recomponer los ingresos luego de la devaluación de enero de este año fue el de los servicios públicos esenciales", dijo Alberto Lippi, vocero de Edenor. El portavoz afirmó asimismo que "siguen las promesas de que se aumentarán las tarifas pero al día de hoy no existe ningún tipo de recomposición de ingresos".
Asimismo indicó que la disminución de ingresos de la compañía, que está a la espera de un reajuste en las tarifas, hace que el saldo "no alcance para hacer las inversiones" necesarias para prevenir consecuencias como el apagón de anteayer, que se debió a una falla cuya responsabilidad asumió la transportadora de energía Transener.
Sospechoso
El apagón en la tarde del domingo dejó sin suministro de electricidad a unos 13 millones de argentinos en la Capital Federal, el conurbano y varias provincias por entre tres y cuatro horas. Aunque el corte de energía se debió presuntamente a un desperfecto técnico, despertó conjeturas de boicot y extorsión, debido a que se produjo cuando las empresas de servicios públicos negocian con el gobierno un aumento de sus tarifas.
Además, el corte energético provocó la salida de funcionamiento de dos plantas potabilizadoras y afectó también el suministro de agua, en un día en que la sensación térmica alcanzó los 34 grados.
Si bien desde el gobierno se rechazó de plano que la interrupción del servicio eléctrico haya sido producto de un acto intencional, el precandidato presidencial peronista Adolfo Rodríguez Saá sustentó la teoría del sabotaje vinculado con las tarifas. El viernes pasado el ministro de Economía, Roberto Lavagna, anunció que se encuentra en estudio del presidente Eduardo Duhalde un incremento tarifario para los servicios públicos, que rondaría el nueve por ciento para el caso de la electricidad y el gas y que sería establecido por un decreto.
Sin embargo, las empresas privatizadas de servicios públicos han requerido un ajuste mayor para compensar los efectos de la devaluación. La presión para el aumento, incluye al Fondo Monetario Internacional (FMI), que promueve un aumento tarifario de al menos el 30 por ciento, en abierto apoyo de las empresas de capitales extranjeros.
Debate sobre tarifas
El representante de los usuarios en la Comisión Renegociadora de los Contratos de Servicios Públicos, Ariel Caplan, dijo que el corte de luz fue "una extorsión al gobierno y a los usuarios".
Las empresas habían advertido que si no se aumentaban las tarifas no podría realizarse el mantenimiento adecuado, lo cual traería aparejado cortes en el suministro energético.
En tanto, el jefe de Gabinete, Alfredo Atanasof, descartó ayer de plano que el corte de luz que afectó a millones de usuarios haya respondido a "un acto de presión" hacia el gobierno para que aumente las tarifas de servicios públicos. Dijo que no obstante ya está abierta una investigación para averiguar "el origen" de la falla que provocó el corte.
"Descartamos que se haya tratado de un acto destinado a presionar al gobierno para aumentar las tarifas de los servicios públicos", afirmó Atanasof. "En ese caso -continuó- no se trataría de una presión o una avivada sino de una actitud delictiva que hay que desechar". (Télam y DYN)