Posible vuelco en la causa de un piloto venadense acusado de contrabando

Una revista afirma que Clérici mintió al denunciar que fue obligado a autoincriminarse en una cámara oculta

Carlos Walter Barbarich / La Capital

Venado Tuerto. - La causa del piloto venadense Juan Clérici, acusado de contrabando y de encargar el asesinato de dos personas luego de que el programa Puntodoc de América 2 emitiera una cámara oculta podría dar un vuelco, de comprobarse que no fue secuestrado y obligado a autoincriminarse, tal como él mismo denunciara ante la Justicia venadense. Eso se desprende de una publicación de la revista local "El Entuerto" donde se afirma que las cámaras se habían realizado mucho antes de que el piloto denunciara su secuestro. Además se está investigando si Jorge Bertelli, sindicado por Clérici en los videos como el jefe de la supuesta banda, es el propietario de una avioneta interceptada por personal de Gendarmería a mediados de este año.
En su último número, "El Entuerto" sostiene que la denuncia del secuestro no tiene asidero "porque se realizó los primeros días de octubre, mientras que los tres videos fueron grabados el 30 de agosto, el 1º y el 13 de septiembre". La revista afirma que "desde la primera cámara hasta la denuncia de secuestro había pasado un mes por lo que se supone que en la última semana de septiembre el piloto se enteró de que había sido filmado y por eso argumentó lo del secuestro".
El informe de Puntodoc incrimina a Clérici en un supuesto contrabando de cigarrillos, drogas y hasta armas de guerra, y de encargar el asesinato de dos personas vinculadas al aeroclub venadense -entidad a la que pertenecía el piloto- por mil dólares.

Venganza
El origen de la historia se remonta a varios años cuando Clérici tuvo un problema con un hombre que terminó preso en la alcaldía de Melincué. Desde aquel episodio, esta persona -también con antecedentes policiales- decidió vengarse pero "fuese a largo plazo", dijo una fuente consultada.
Según la revista, uno de los hombres a quien Clérici acusó de secuestrador tomó eventualmente contacto con él. En el fragor de la conversación el piloto se fue de boca y le pidió que le hiciera "la gauchada" de conseguir personas para matar a dos miembros del aeroclub. El hombre que recibió el pedido se lo comunicó a quien estaba esperando vengarse de Clérici. Con esos datos, planeó su vendetta y le sugirió a quien había hablado con Clérici que lo citara en otro lugar donde lo pudieran grabar. El material llegó luego a la televisión.
Ahora la Justicia deberá determinar si el piloto venadense fue secuestrado y obligado a decir lo que salió publicado, tal como él lo afirma, o si se trató de un artilugio legal para ganar tiempo.