En el mayor caso de asesinatos seriales de América del Norte, las autoridades se incautan cada día de nuevas y terribles pruebas. A veces se trata de un mechón de cabello, otras de una yema de un dedo. Una y otra vez encuentran fragmentos de huesos en la tierra que los expertos están revisando desde hace semanas en la granja de cerdos del presunto asesino en serie Robert William Pickton, cerca de la ciudad canadiense de Vancouver.
La sangre fría con la que en la granja de Pickton se asesinó durante probablemente 20 años recuerda a los medios canadienses a la misma con la que actuaron los terroristas del 11 de septiembre. De la mayoría de las víctimas sólo quedan fragmentos, que en general sólo pueden identificarse con análisis genéticos.
Pickton, de 52 años, que dejó el colegio en sexto grado y nunca se casó, es acusado hasta ahora de 15 asesinatos de mujeres. Hasta el comienzo del juicio a mediados de enero los casos podrían ser más. Aún no fue revisada la mayor parte de los alrededor de 15 mil metros cúbicos de "tierra sospechosa". Y en un frigorífico había depositados miles de restos humanos, a veces de tamaño microscópico, que los patólogos y médicos forenses hasta ahora no pudieron clasificar.
Al menos 63 asesinatos
La policía sospecha que el criador de cerdos y propietarios del bar Piggy's Place es el responsable de la desaparición de al menos 63 mujeres desde 1983. La mayoría eran prostitutas o drogadictas de un barrio marginal de Vancouver.\La fiscalía aún no quiere revelar qué fue exactamente lo que les ocurrió a las víctimas. Lo que trascendió es que las mujeres posiblemente hayan sido despedazadas con una máquina picadora de la granja de Pickton y luego utilizadas como alimento para los cerdos. Dado que la difusión de esos detalles en los medios aumenta la presión emocional sobre los jurados y podría influir así en el veredicto, el abogado de Pickton, Peter Ritchie, solicitó que la prensa quede excluida del juicio.\Que la policía y la fiscalía se oculten, se comprende dados los antecedentes del caso y las tres demandas civiles que se presentaron contra las autoridades. Familiares de las asesinadas los acusan a de haber retrasado las investigaciones durante años porque las víctimas eran personas marginadas de la sociedad. Incluso cuando las denuncias de desapariciones se acumulaban, sólo unos pocos expertos fueron destinados al caso.\El arresto del criador de cerdos, en febrero, se debió a una denuncia anónima, según la cual en la granja de Pickton había armas sin licencia. Al revisar la zona, la policía encontró papeles de varias de las mujeres desaparecidas. (DPA)