Marcelo Carné / La Capital
Mientras alimenta su ilusión de meter a Colón en una Copa internacional y hasta con darle como entrenador su primer campeonato a los sabaleros, Edgardo Bauza no se olvida de Rosario Central. "Es que Central es mi casa, yo siempre estoy volviendo", dijo el Patón en diálogo exclusivo con Ovacion en Santa Fe, horas antes de un choque muy especial para él como lo es enfrentar a Newell's y tratar al fin de quitarse la mufa de no poder ganarle como técnico. "Me faltó el título como técnico porque como jugador fui dos veces campeón, pero como DT estuvimos muy cerca. Es una deuda que tengo y sé que algún día voy a volver a dirigir a Central", amplió su íntima confesión el actual técnico del equipo santafesino. Sentado a la mesa de una tradicional confitería con privilegiada vista al remozado Puente Colgante en el tórrido atardecer de la capital santafesina, Edgardo Bauza defendió durante una extensa charla con Ovacion su paso como director técnico de Central, ciclo al que definió como "brillante". "Clasificamos a cinco Copas, se vendieron jugadores por más de 20 millones de dólares. Además se lograron dos subcampeonatos y llegamos a una semifinal de Copa Libertadores. Yo creo que fue un ciclo brillante y me da bronca que algunos quieran minimizar todo eso porque en el último torneo se sacaron 17 puntos, cuando en tres años Rosario Central sacó 1,440 de promedio". Bauza opinó también que el Flaco Menotti: "Aunque empezó con un excelente torneo sucumbió porque el equipo tiene demasiada juventud", a la vez que sorprendió al revelar que lo llamó a Miguel Angel Russo -con quien dijo no haber mantenido ningún tipo de diferencias en el pasado- para "desearle suerte y ponerme a su disposición para lo que necesite. Creo que es una buena elección la de Russo porque conoce el club y no es fácil dirigir a Central", consideró el Patón. -¿Creés que podés repetir acá en Santa Fe aquella campaña del Apertura 1999 con Rosario Central? -Te cuento algo: cuando los dirigentes de Colón me comentaron que se habían trazado como objetivo clasificar a las copas internacionales, yo les contesté: ¿Y por qué no el campeonato? Después de todo el hombre vive de los sueños. De todos modos para lograr el campeonato hacen falta muchas cosas. No se sale campeón únicamente con buenos jugadores. Hay detrás muchos factores que lo respaldan, desde la hinchada, la cancha, los dirigentes, el lugar de entrenamiento y un montón de cosas que al jugador lo hacen crecer no sólo en lo futbolístico sino también en lo anímico. Y esto lo ha entendido el presidente, que está en vías de ir solucionando cada uno de estos aspectos. -¿Después de tu experiencia con Central, no corrés el riesgo de que ingresando a un copa internacional Colón debilite su excelente promedio? -Totalmente. No hay equipo en el fútbol argentino que pueda jugar los dos torneos simultáneamente. En primer lugar por calidad y cantidad de jugadores. Y en segundo lugar porque el jugador argentino no está preparado para afrontar lo que representa la carga que significa jugar cada tres días. Los viajes son complicadísimos, muy largos, y esto lo han padecido todos los equipos. Desde Boca y River, hasta mucho más grave lo que ya le sucedió a Colón cuando entró en la Conmebol y la Libertadores o Talleres, al que le va a costar horrores superar un promedio de 30 puntos en el año. Y también le costó a Central o a San Lorenzo mismo. -¿Te afectan las críticas que se hacen a la etapa que dirigiste a Central justamente por ese motivo? -Si, por supuesto. Pero las críticas las hicieron ahora, después que pasaron cuatro torneos. Pero en aquel momento todos estaban dispuestos a jugarse la vida por las Copas, porque Central tenía un colchón de puntos: hicimos 57 en el primer año, 66 en el segundo y 41 en el tercero, pero jugándonos la Mercosur de la que quedamos afuera por penales contra Vasco da Gama, que después fue campeón, y en la semifinal de la Libertadores. Con el agravante que a nosotros no nos ayudó para nada porque jugábamos miércoles y viernes, cosa que a Boca y a River nunca les sucedió, porque jugaban miércoles y domingo. Por eso yo digo que si se clasifica a una copa hay que tratar de engrosar el plantel para tratar de hacer una campaña decorosa, de mitad de tabla en el torneo local y apostar todo en la copa para llegar lo más lejos posible. Y acá hay otro tema: no es fácil llegar a una semifinal de Copa Libertadores. Yo ya tengo experiencia porque me ha sucedido también en Vélez, que jugó dos torneos, nos fue mal en el campeonato y en la Copa quedamos ahí. -¿Cómo estás viviendo a la distancia la situación que hoy vive Central, tras la ida de Menotti? -La llegada de Menotti nos dio a todos la posibilidad de pensar que las cosas iban a salir bien. Creo que el Flaco empezó un excelente torneo, pero que el equipo tenía demasiada juventud como para soportar la presión de pelar por algo y en definitiva hizo sucumbir el proceso de Menotti. -¿Y qué opinás de la llegada de Russo? -Creo que es una buena elección la de Russo, y por varias razones. Primero porque conoce el club. No es fácil dirigir en Central, es muy complicado por lo que mueve, por lo que exige, por el promedio que tiene. Russo tiene la ventaja de conocer la ciudad, de conocer el club y tiene un plus - más allá de haber hecho un torneo bueno y otro no muy bueno- por el 4 a 0 (a Newell's, el día del abandono) que le da un apoyo de la gente que también es necesario. Como hincha espero que le vaya muy bien, y se lo dije al propio Russo cuando lo llamé por teléfono hace unos días para desearle suerte. -¿Entonces ya no hay ningún tipo de diferencias entre ustedes dos? -En realidad nunca existieron, nada que ver. Es como los mitos de las divisiones entre Menotti y Bilardo, que a uno los encasillaban con uno o con otro. Yo lo llamé a Russo para desearle muchísima suerte y para decirle que contara conmigo en lo que le podía ser útil con respecto a algunos jugadores de las inferiores que él quizá no conoce. Estaría encantado en ayudarlo. -¿En lo personal, te fuiste mal del club? -En líneas generales me fui muy bien, más allá de que tuve diferencias con algunos dirigentes. Como en todo ciclo hay gente que estaba en contra de algunos jugadores, pero hay que rescatar que en tres años debutaron 28 jugadores en primera división, el club entró a cinco copas, lo que significó mucha plata, y se vendieron jugadores por más de 20 millones de dólares. Además se lograron dos subcampeonatos y llegamos a una semifinal de Copa Libertadores. Yo creo que fue un ciclo brillante y me da bronca que algunos quieran minimizar todo eso porque en el último torneo se sacaron 17 puntos, cuando en tres años Rosario Central sacó 1,440 de promedio.
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