Caracas.- La oposición lanzó nuevamente ayer a miles de sus militantes a las calles de Caracas, para protestar contra la intervención militar de la Policía Metropolitana (PM) de la capital venezolana, sacudida por violentos incidentes en los últimos tres días. La marcha, de ocho kilómetros, desde la Plaza Altamira a la céntrica sede de la Asamblea Nacional, convocada para entregar un documento contra la intervención, tuvo un epílogo violento cuando la militarizada Guardia Nacional dispersó a centenares de manifestantes con gases lacrimógenos y perdigones de goma de avenidas adyacentes, dejando un saldo de 40 heridos. En el hervidero de las calles de Caracas, la oposición y oficialismo se han reunido en una mesa de negociaciones para tratar de buscar una salida electoral con el auspicio de la Organización de Estados Americanos (OEA). La Casa Blanca llamó al "diálogo" y afirmó que "la violencia debe ser evitada a toda costa" para lograr la "reconciliación". Opositores y partidarios del presidente Hugo Chávez estaban a punto de enfrentarse durante la marcha, pero los soldados intervinieron y dispersaron a decenas de chavistas que les lanzaban piedras mientras trataban de atacar a miles de opositores, que se dirigía al Parlamento. Las tropas también lanzaron gas contra pequeños grupos de indignados manifestantes opositores, supuestamente para separarlos de los simpatizantes de Chávez. La marcha fue convocada por alcaldes y gobernadores estatales de la oposición que sostienen que el gobierno violó la ley al quitar el control de la Policía Metropolitana (PM) al alcalde opositor de Caracas, Alfredo Peña, el fin de semana. Según la oposición, el mandatario podría ejercer medidas similares contra otros cuerpos policiales municipales del país, radicalmente polarizado en torno a Chávez. Cientos de policías y soldados de la Guardia Nacional y del ejército custodiaban la marcha tratando de evitar incidentes pero los partidarios del presidente trataron de impedir el paso de la marcha opositora hacia lo que llaman territorio chavista. Entonces, la Guardia Nacional sólo permitió el paso de un pequeño grupo de líderes antigubernamentales para que entregaran un documento contra la intervención de la policía a la Asamblea Nacional. Luego de recibir el documento, el Congreso de Venezuela acordó debatir la intervención militar de la PM ordenada por el gobierno. El presidente del Congreso, William Lara, declaró que el informe elaborado por los alcaldes y gobernadores de oposición contra la intervención de la PM sería discutido en sesión plenaria. Leopoldo López, alcalde opositor del acaudalado municipio caraqueño de Chacao, indicó que el documento de protesta entregado a la Asamblea incluye una condena a "una lesión a la descentralización; fue una toma por la fuerza y un secuestro a la autonomía" municipal. La protesta partió de la plaza Francia de Altamira, un reducto de los opositores en el este de Caracas donde desde hace un mes militares disidentes y civiles mantienen una vigilia contra el gobierno de Chávez. "Estamos protestando contra el abuso del gobierno que ha intervenido a la PM. Es decir, en Venezuela, no hay estado de derecho", sostuvo Dorindo Burgo, un maestro de 39 años. Ayer, un mayor del ejército se sumó a sus camaradas que desde hace semanas protestan en la plaza Francia. El mandatario llamó a sus seguidores a salir a las calles a defender la medida de intervención en la PM. Ayer, a su salida de un acto con empresarios porcinos, aseguró que "la intervención de la policía continúa, es válida, es legal". Además, protestó porque los brotes de violencia política le quitan el tiempo necesario para adelantar su "revolución" a favor de los pobres. "Cuánto tiempo tengo que dedicar a esas perturbaciones. Mucho tiempo, demasiado", se quejó. El presidente argumentó que la intervención de la policía parte de la "anarquización" y la "politización" del cuerpo, cuya dirección era manejada por el opositor alcalde mayor Alfredo Peña. "Un cuerpo anarquizado que lleva más de un mes de huelga tuvo que ser intervenido por el gobierno", espetó el mandatario al evocar la paralización de 400 de los 13.000 efectivos del cuerpo en demanda de pagos adeudados desde principios de octubre. Según el mandatario más del 90% del este caraqueño apoya la presencia de la Guardia Nacional "porque le ha devuelto la normalidad y la paz a los ciudadanos". La intervención de la PM, que agrupa a unos 9.000 hombres, se concretó el sábado con cientos de efectivos militares y vehículos blindados, lo que inflamó más los ánimos en un país donde la oposición exige la salida de Chávez, mientras el presidente, en el cargo desde 1999, ha reiterado que no renunciará. (AFP y Reuters)
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