Fabiana Monti / La Capital
Capacitarse en el exterior durante mucho tiempo fue una alternativa elegida por los graduados universitarios para completar su formación, en vistas de obtener mejores condiciones para competir en el mercado laboral. Hoy esta propuesta parece tomar otra dimensión y tiende a convertirse en una puerta de salida para muchos profesionales o estudiantes que ven en esta posibilidad, una punta para explorar el mercado laboral en el exterior. En las distintas oficinas de información ha aumentado considerablemente las consultas de interesados y también el pedido de documentación en las facultades. El fenómeno abre el debate acerca de por qué la gente emigra para capacitarse y qué pasa con el sistema de posgraduación en Argentina. La oferta de becas para la formación en el exterior aumenta al ritmo de las políticas de los países desarrollados orientadas a las necesidades de un mercado cada vez más especializado y competitivo. En rigor, los países industrializados tienen el compromiso de aportar el 0,7% del Producto Bruto Interno (PBI) a este tipo de programas. En tanto, en Argentina, el sistema de posgraduación está tomando otra dimensión y año tras año se está incrementando la oferta de especializaciones, maestrías y doctorados tanto de universidades estatales como privadas. Ante ese escenario, la pregunta es por qué aumenta la demanda para irse a estudiar afuera y si el fenómeno no es una arista más de la crisis general del país. Tanto en la Universidad Nacional de Rosario (UNR) como la Facultad Regional Rosario de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) se ha verificado una mayor cantidad de consultas para becas en el exterior y también se ha comprobado un aumento en los pedidos de documentación necesaria para presentarse en las mismas. A modo de ejemplo, según datos recabados por la Secretaría de Relaciones Internacionales de la UNR, en el 2000 recibieron 273 consultas mientras que el 2001 aumentó a 454, es decir un 66%. En lo que va del 2002, la consultas pasaron a 609, registrando un incremento de 34%. El destino más consultado es España, por un lado, por el tema del idioma y por otro, por la clara política de cooperación de ese país. Marcelo Tobín, secretario de Relaciones Internacionales de la UNR explicó que la mayoría de las consultas son de personas que no tienen relación laboral con la Universidad y que tienen intenciones de realizar maestrías o doctorados ya que las becas son para estudios de mayor duración. En el caso de la UTN, Alejandro Belinsky, secretario de Asuntos Estudiantiles, coincidió con Tobín en que España es uno de los destinos más consultados pero también señaló a Alemania como un lugar buscado por los alumnos o graduados de esa institución. Si bien una mayor capacitación presume adquirir más habilidades para competir en el mercado laboral y muchos de los interesados tienen como intención volver para trabajar en el país, ambos funcionarios perciben que hay una tendencia a tomar esta alternativa como una posibilidad para explorar el mercado externo. "Lo que vemos es que esta experiencia sirve tanto en lo humano como en lo profesional y además pueden hacer contactos que pueden capitalizarse", indicó Belinsky. En rigor, la experiencia del intercambio entre universidades ha dado muy buenos resultados. La pregunta que dispara esta tendencia, es qué pasa con el sistema de posgraduación en Argentina. El tema enciende la polémica en el ámbito académico ya que si bien ha aumentado la oferta de maestrías o doctorados en el país, al no haber una política de ayuda económica, los costos de las mismas se tornan un obstáculo. Si bien las matrículas en muchos casos son menores de las que fijan las universidades extranjeras, en relación a los devaluados salarios argentinos suelen convertirse en un impedimento, habida cuenta que en muchos casos implica viajar a otra lugar, con los costos de traslado y estadías. Por otra parte, también existe un imaginario social que le confiere otro status al profesional que se capacita en el exterior, a pesar de que el nivel académico de las universidades argentinas está reconocido a nivel internacional. "Si bien se está desarrollando mucho más la posgraduación en Argentina, hay áreas o temáticas muy específicas que sólo pueden accederse en el exterior", indicó Marcelo Tobín. La discusión trasciende las fronteras de la universidad y va a una cuestión más de fondo, porque nadie tiene dudas acerca de si la formación profesional otorga mayores condiciones para competir en el mercado laboral. Lo que subyace es sí en un país con un tasa del 24% de desocupación puede discernir estas cuestiones a la hora de presentarse a una entrevista de trabajo.
| |