El rol de la escuela en una cultura con dificultades para respetar la norma y el lugar de los medios de comunicación en ese escenario fue el eje de la conferencia de Roberto Follari, doctor en educación y docente de la Universidad de Cuyo, en el cierre del ciclo de conferencias del programa "El diario en el Aula". El investigador hizo hincapié en el protagonismo que debe tener la educación para encontrar soluciones a la crisis social argentina y la necesidad de que "tome las riendas" de un proceso de reconstrucción nacional. "Hay que discutir el país en las aulas", expresó. Roberto Follari, autor del libro "Teorías Débiles" y "Epistemología y Sociedad", analizó la relación entre "Comunicación, cultura y Educación", cerrando así el ciclo de conferencias organizado por el 135º aniversario de La Capital y los 10 años del programa "El diario en el aula" en forma conjunta con HomoSapiens Ediciones y la Escuela Normal Superior Nº2 Juan María Gutiérrez. Ante una concurrencia agobiada por el calor, el educador, desarrolló su percepción acerca del rol que ejerció la escuela argentina en la construcción del ser nacional y en la propuesta de modelos culturales "que no fueron exitosos"."La educación que se impuso desde la generación del 80, fue eficaz desde el punto de vista de la competitividad cognitiva ya que conseguimos buenos niveles de aprendizaje pero no logramos prestarle atención a la pluralidad cultural", expresó. En ese sentido, el investigador sostuvo que salvo excepciones, la escuela fue bastante autoritaria y disciplinaria, basándose en un modelo con categorías como civilización-barbarie, la cultura del blanco que a menudo desprecia las diferencias culturales. "Nuestros héroes han sido impolutos, asexuados, fueron como santos y no personas que tenías conflictos, ideologías y pasiones", explicó Follari. "Cuanto más simplificado sea el modelo social menos sirve porque se produce un efecto y es que nadie se puede identificar con esas formas éticas tan abstractas o etéreas que apuntó la escuela". Según el educador, un resultado de ésto, fue el caso Malvinas, donde se manifestó a través de la ingenuidad con que se pensó la guerra "como si fueran las invasiones inglesas" Al respecto,en el posterior debate, se apuntó la influencia que tuvo la iglesia católica en consolidar este modelo que produjo "una espiritualización el conflicto". De todos modos reconoció que de este poder "no se habla". El investigador también planteó la dificultad que ha tenido la escuela argentina en cambiar el modelo ético respecto a las reglas, asumiendo que en el país la idea general es que las normas están para violarlas. "Tengo la hipótesis que hemos tenido dificultades en aceptar las reglas del sistema democrático porque en Argentina no se ha vivido un liberalismo popular y las mecanismos de esa democracia nunca estuvieron claramente a favor de los sectores populares", sintetizó. En cuanto a los medios de comunicación, fue categórico al señalar que si bien no se puede negar su poder en una época donde prima lo visual, "no han sido los que han inventado la cultura". En ese punto, se refirió al caso de los chicos mendocinos que se cortaron las venas por la supuesta influencia del programa "Tumberos". "No es un mal programa y se se supone que lo dan en un horario tardío, por lo cual, ahí hay un problema con los padres que lo dejan ver. No alcanza con decir es malo lo de los medios sino hay que actuar al respecto", opinó. De todos modos, reconoció que los medios "entronizan la imagen" por encima de los pensamientos, por lo que se produce una licuación de la subjetividad e impide una lectura crítica de los mismos. Ahí volvió a recordar el rol de la escuela y la necesidad de ponerle palabras a los medios para que se produzca una decodificación crítica. "Tenemos una cultura donde hay problemas con la norma, los medios que contribuyen a licuar la posibilidad de un asentamiento de las mismas, con el peso importante que significan en la constitución cultural y una escuela que no contribuye a una situación alternativa", argumentó. Finalmente, el investigador, destacó el rol fundamental que tiene la educación en encontrar salidas a la crisis del país y en contribuir a una cultura donde las reglas tengan sentido. "El resultado no será inmediato, deben ser consensuadas y no absolutas, acordes a esta realidad y que se modifiquen en la medida que la cultura lo vaya haciendo". Por otra parte, destacó la importancia de llevar el diario a la escuela para la realidad cotidiana se cruce con la vida escolar.
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