Japón, el mismo sitio del clamoroso fracaso de cinco meses atrás, será hoy el punto de partida con rumbo hacia el nuevo gran objetivo: Alemania 2006, la próxima cita mundialista. Es que a las 7.20 el seleccionado argentino de fútbol, el gran candidato que quedó fuera de la Copa del Mundo Corea-Japón 2002 en la primera ronda, jugará amistosamente, en el estadio Saitama, con Japón, equipo que, a juzgar por lo que cada uno produjo en el último magno evento, bien podría ser considerado a priori como el favorito (aunque se sabe que el fútbol no es tan sencillo de predecir). Los nombres son prácticamente los mismos, comenzando por el de Marcelo Bielsa, quien luego de tortuosas meditaciones y debates públicos y privados fue recontratado como director técnico. A su vez, el meticuloso entrenador rosarino evidenció, a través de esta primera convocatoria, que sigue confiando en casi todos sus lugartenientes. Así es que hoy, desde aquí (y aunque Bielsa no confirmó la formación), se verá el mentón cuadrado de Pablo Cavallero, los pelos al viento de Mauricio Pochettino, los mirada eternamente asombrada de Roberto Ayala, la barbita de Walter Samuel, la cara de niño de Javier Zanetti, el gesto duro de Matías Almeyda, las mechas negras de Juan Pablo Sorín, la emblemática calva de Juan Sebastián Verón, las piernas cortitas y gruesas de Ariel Ortega, la espigada figura de Hernán Crespo y la mota de Cristian González o bien los ojos saltones de Claudio López (principal duda). Afuera quedaron, por lesiones, dos de los que más quieren ver la gente en general y el periodismo en particular: Pablo Aimar y Juan Román Riquelme. De modo que la principal atracción parece estar dada por la presencia entre los suplentes de Javier Saviola, uno de los que se quedó afuera en la pasada cita ecuménica, para contrariedad de muchos. Otros componentes de la nueva hornada que estarán a las órdenes de Bielsa son Santiago Solari, Facundo Quiroga y Lionel Scaloni, además de los ya curtidos Roberto Bonano y Diego Placente. Ya no estará, por otra parte, Gabriel Batistuta, el máximo goleador histórico, quien le dijo adiós a la celeste y blanca, y otro que faltará por ahora es Diego Simeone, el hombre que más veces jugó por la selección. Por el lado de Japón, la novedad de más peso es que ahora el barco lo timonea nada menos que el brillante brasileño Arthur Antunes Coimbra, Zico para todo el mundo, aunque por el fallecimiento de su madre hoy no podrá estar en el banco (lo suplirá el local Masakuni Yamamoto). En lo que respecta a los jugadores, la más fuerte carta nipona parece ser el mismísimo Naohiro Takahara, el que en su paso por Boca Juniors desperdició oportunidades de gol poco menos que hasta dentro del propio arco y ahora, en la liga de su país, lleva 25 conversiones en igual número de partidos. La alineación local presenta, por lo demás, algunos de los apellidos que se nos hicieron parcialmente familiares durante las madrugadas de junio, cuando los muchachitos que entonces comandaba el francés Philippe Troussier llegaron hasta a eliminar a Italia: el arquero Seigo Narasaki, el central Yutaka Akita, el volante Koji Nakata y el atacante Takayuki Suzuki. El año 2002 no fue para el seleccionado argentino lo que se vislumbraba, sino todo lo contrario. Hoy, en Saitama, la pelota empezará a rodar de nuevo. Es que el fútbol siempre da revancha, y es por eso que Marcelo Bielsa tendrá la chance de gozar de otro período al frente de la selección, apuntando lógicamente a la eliminatorias para el Mundial de Alemania 2006, pero por sobre todas las cosas a los partidos que se disputen dentro de cuatro años en tierras germanas. (DyN)
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