U. G. Mauro / La Capital
Pese a la crisis, en Rosario se siguen editando discos. Alejados por convicción o contra su voluntad de los circuitos comerciales habituales, bandas de rock, grupos de jazz y fusión y solistas de folclore lanzaron en lo que va del año 13 álbumes producidos de forma más o menos independiente. En el terreno del rock El Ajenjo, Bulldog, El Vagón, Coki Debernardis & The Killer Burritos, Asaltimbanqui, La Gringa, Asphix, Contenido Neto, El Regreso del Coelacanto editaron sus placas y en materia de jazz también hizo lo propio El Umbral. La Data editó su propuesta de fusión, mientras que el folclorista Carlos Pino grabó su segunda placa solista para el sello municipal y Jorge Fandermole apeló a una discográfica regional para lanzar su disco "Navega". ¿Qué impulsa a un artista local, en las actuales condiciones, a editar un disco? Casi todas las propuestas producidas en Rosario escapan por forma y contenido a las pretensiones de los sellos multinacionales, que consideran a sus artistas como productos comerciales y minimizan sus virtudes artísticas. "¿Y ustedes para qué escriben el diario?", fue la pregunta con la que respondió Coki Debernardis, que editó su CD "Un millón de dólares" con The Killer Burritos. "Lo que me motiva a grabar un disco no es la guita sino expresarme", explicó el músico, y agregó: "La guita me motiva en el sentido de que me permite seguir siendo un artista independiente". Debernardis destacó que "no es tan caro hacer un disco y si no te delirás en la producción, con la venta de un disco podés pagarte la producción del que sigue. Hoy grabar es más fácil que hace 10 años. Esto no tiene muchos rollos. Las canciones me tienen que gustar a mí, porque si no no hay motivaciones para grabar nada". Está claro, a Debernardis no le interesa saber cuántos discos vendió. Sin embargo, no dudó en asegurar que "en líneas generales, las bandas locales venden bastante bien". Un elemento a tener en cuenta cuando se habla de producciones discográficas locales es la aparición de canales alternativos de grabación y distribución. Los artistas locales no se resignan a que su obra quede encerrada en la ciudad y establecen contactos con sellos alternativos de otros lugares y hasta la editora municipal considera la posibilidad de establecer próximamente un convenio para la distribución nacional por medio de un sello capitalino. Carlos Pino es chaqueño, pero rosarino por opción. Reconocido a nivel nacional por su trayectoria y sus creaciones folclóricas, editó recientemente su segundo disco solista para el sello municipal EMR. "Mi trabajo está lejos de la producción comercial que exigen las multinacionales. Yo apuesto a algo más relacionado con la cultura popular y por lo tanto mi única opción es lo alternativo", expresó el creador de "Entraña de árbol" y "Coplas de la orilla". "Busco grabar porque necesito expresarme y el disco es un vehículo de difusión de lo que hago, tan natural como presentarme en vivo en un recital", señaló finalmente el chamamecero. Fernando De la Riestra integra el grupo Mundo Bizarro y desde mucho antes el grupo de jazz El Umbral. "En el caso de Mundo Bizarro teníamos como una obsesión por el registro, porque sentíamos que estábamos como desbordados de producciones que no encontraban su canal", comentó el músico, y agregó: "En el caso del disco de El Umbral, que se editó este año creo personalmente que grabar un disco se trata de algo casi obligatorio para poder seguir haciendo nuestra trayectoria. Creo que Rosario tiene mucha producción, pero que de esto no se obtienen ventajas económicas". Los músicos, que siguen remando en la ciudad y editan casi siempre en forma independiente, graban sus en estudios rosarinos. El titular de una de las salas de grabación locales, Gabriel Data, afirmó: "Casi nunca me encontré con algún grupo o artista obsesionado por alcanzar el éxito en el sentido comercial. Generalmente son músicos que traen propuestas más cuidadas". "Hoy los discos independientes tienen mucha participación del artista, parte de la producción se hace incluso en las casas de cada uno gracias a las nuevas tecnologías", señaló Data, y comentó: "No niego que alguien pueda tener aspiraciones de ganar dinero de buscar la fama, e incluso en nuestra ciudad existen estudios en los que se graba una producción dedicada exclusivamente a eso, en el terreno de la música tropical o bailantera, pero casi siempre aquí las motivaciones de los artistas son de otra índole." Un criterio realista de los artistas locales los lleva a no fantasear con su trabajo y hace que la motivación fundamental que los sigue impulsando a casi arar en el mar, sea sólo dar lugar a la expresión y a la cultura despreciando los mecanismos de la poesía y la música fácil e intrascendente.
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