La Cámara Penal asignó al juez Osvaldo Barbero la investigación del encubrimiento policial en el crimen de Claudio Lepratti, el militante social asesinado por un sargento en el jueves negro de diciembre pasado. El juez se había declarado incompetente por considerarse víctima del engaño, pero los camaristas de la Sala II entendieron que su imparcialidad no puede ponerse en cuestión. El ocultamiento involucra al personal de la subcomisaría 20ª, donde se fraguó el procedimiento de principio a fin: se asentaron datos falsos en el libro de guardia, se presentó el hecho como resultado de un enfrentamiento, se inventó una causa por daños contra la víctima y se dio protección a los responsables cuando debían ser detenidos. Ahora el magistrado deberá indagar al personal, entonces al mando del comisario Roberto de la Torre, por los delitos de encubrimiento y falsedad ideológica de instrumento público. Lepratti fue asesinado a las 18.15 del 19 de diciembre de 2001, mientras observaba desde el techo de la escuela 756 los incidentes que se producían en una villa cercana. Desde allí les gritó a tres policías que pasaban en un patrullero que dejara de tirar, y como respuesta fue baleado con proyectiles de plomo. Por el asesinato fue procesado el sargento Esteban Ernesto Velázquez, quien es sometido a juicio en el juzgado de Sentencia Nº 5. La causa por encubrimiento se abrió a raíz de la "falsedad evidente" que se advierte en el libro de guardia y del testimonio de Graciela Capellani, una ayudante de cocina que presenció el crimen. La mujer denunció que cuando fue a la comisaría a dar cuenta del asesinato se encontró con los autores del ataque pero éstos fueron puestos a resguardo por el jefe de la seccional. "Lo mataste. No sabés lo que te espera", le dijo indignada la mujer al sargento Velázquez antes de que se el policía subiera a la planta alta.
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