Javier Parenti / La Capital
Enviado especial (Tucumán). - Y sí, cuando hay que meter Tiro lo hace. Lo demostró en la nochecita sofocante en Tucumán y así se trajo un punto muy importante de cara a la revancha. En tiempo de definiciones no se puede regalar nada y empatar el primer partido afuera de casa cotiza muy bien en bolsa. Y el equipo de barrio Ludueña sacó buenos dividendos llevándose el 1 a 1 del Monumental de Atlético Tucumán.
Primero intentó jugar pero no sacó diferencias, después tuvo que salir a buscar el empate y lo consiguió en la penúltima pelota de la etapa inicial y en el segundo tiempo no le quedó otra que aguantar.
La emotividad se vivió en el complemento, por el lógico paso de los minutos y porque el 1 a 1 era un buen negocio para Tiro. Pero lo mejor del partido se vivió en la parte inicial.
Sí, aunque un error y un descuido defensivo fueron los causantes de que los goles del 1 a 1 se convirtieran sin mediar merecimientos en los momentos que se produjeron. Es que cuando Tiro tenía el control del juego festejó el Decano y cuando se veía un final con derrota para los de Teglia apareció Becerra para igualar. Aunque estaba bien, en el balance era justo.
A los 10' Tiro Federal tuvo su chance pero Ferlatti le tapó el cabezazo de gol a Maldonado -en el área chica tras otro testazo de Charles Pérez-, pero la conquista llegó diez minutos después en el arco rosarino. Centro pasado de Juan Acosta, Garfagnoli le erró a la pelota y Héctor López, solo, se la picó a Misetich y desató el delirio en 25 de Mayo y Chile.
La lógica del segundo tiempo marcaba que Atlético inclinaría la cancha porque su objetivo era ganar, si fuera por dos goles mejor, para ir con ilusiones a Rosario. Y Tiro debía aguantar el empate y tratar de sorprender de contra. Hizo el cincuenta por ciento. Y le sirvió.
El Decano lo apuró. Con poco fútbol, con mucho empuje. Con lo que obligó Zerrizuela, terrible remate a los 7' que devolvió el travesaño incluido, con lo que intentó Néstor Sosa, con lo que alentó su gente. Pero Tiro respondió. Se animó poco, no era cuestión de arriesgar por el simple hecho de hacerlo, y se esforzó al máximo para cuidar el resultado. Con Osella como abanderado, y buenos escoltas, lo hizo. Aunque allá por los veinte minutos casi se queda con todo, cuando a los 23' Tapita García estrelló un tiro libre en el travesaño y a los 24' Walter Paz se demoró inexplicablemente. Ahí dijo basta y fueron pelotazos para Maldonado, pero no pasó ninguno. Atlético tampoco lo hizo. No tenía armas. No le quedaban espacios ni ideas para hacerlos. Y fue 1 a 1.
El resultado fue valioso para Tiro. Cotizó muy bien para la revancha en Ludueña. Ahí sí podrá jugar lindo y no aguantar, como aquí en Tucumán.
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La Ciudad
