Fernando Gabrich / La Capital
Corresponsal (Barcelona). - Continúa el tiempo de la rebeldía en el fútbol español. El tiempo de mojarle la oreja a los poderosos, de reírse de los ostentosos clubes que depositan millones para alistar figuras que ocupan más tiempo en los medios que en las canchas. La liga vive su época de insurrección: los chicos les perdieron el respeto a los grandes y fecha tras fecha brindan una lección de competitividad. Por eso a no sorprenderse al leer los resultados y mirar la tabla de posiciones. A no quedarse perplejos cuando las noticias digan que Real Sociedad batalló en el mítico Santiago Bernabeu y obtuvo un empate que lo mantiene firme en el liderazgo. Y a no asombrarse al ver que Mallorca logró su séptimo triunfo consecutivo y se transformó en el único escolta.
Nadie puede entender por estas tierras cómo un equipo que en la pasada temporada se salvó del descenso en las últimas fechas hoy sea el líder del torneo. Menos que ese equipo, que tiene a Gabriel Schurrer como uno de los pilares defensivos, le haya sacado un empate en cero el poderoso Real Madrid de Raúl, Ronaldo y compañía. Es que esta Real Sociedad combina seriedad, disciplina y velocidad. Y ayer lo dejó en claro ante los merengues, que ven como su equipo de los sueños no hace más que chocar con la realidad.
Mallorca perdía 1 a 0 en su visita a Racing de Santander y todos pensaban que la racha de triunfos se cortaba. Pero apareció el Caño Ibagaza y con un tiro libre magistral puso el 1 a 1. Después, el uruguayo Pandiani transformó un penal en gol y la séptima victoria consecutiva trajo como premio el segundo puesto.
No pudo ser festejo completo de Maxi Rodríguez. Es que el ex Newell's puso en ventaja al Espanyol, pero luego Atlético de Madrid cambió a tiempo y sobre la hora dio vuelta el resultado para terminar ganando 2 a 1.
A Pamplona llegó el Valencia de Ayala, Pellegrino y Aimar (el Kily González no jugó) con su chapa de campeón. Pero la fiesta fue para Osasuna, que aprovechó la falta de fútbol que arrojó la baja del Payasito (se retiró lesionado a los 25 minutos) en el equipo che y con gol de Iván Rosado ganó por 1 a 0.
Rayo Vallecano, con Patricio Graff, ganaba 1 a 0 en el San Mamés con gol de Bolo. Pero Atlético de Bilbao sintió los silbidos de su público y terminó ganando 2 a 1 con goles de Urzáiz y Larrazábal.
El Celta de Cavallero, Berizzo, Cáceres y Gustavo López (otra vez lo mejor de su equipo) ganaba 1 a 0 con gol de José Ignacio, pero el Betis de un flojo Gastón Casas ganó 2 a 1 con un gol de Joaquín en posición adelantada.
Alavés sabía de la debilidad de Recreativo de Huelva. Y por eso sacó provecho de este equipo que está de turismo por la primera división, lo goleó por 3 a 0 y lo dejó cada vez más solo en el fondo de la tabla.
Por último, con un seguro Albano Bizarri, Valladolid empató en cero en el José Zorrilla ante un Málaga que piensa más en la Uefa que en el torneo local.
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