La oposición al gobierno, tanto en el interior del justicialismo como en el resto de las fuerzas del Parlamento, quedó ayer a un puñado de diputados de aprobar una prórroga a la suspensión de las ejecuciones de los deudores bancarios, una demostración de fuerzas amenazante para la estrategia del Poder Ejecutivo. Atento al malestar en las propias filas oficialistas, el jefe de Gabinete, Alfredo Atanasof, y el ministro del Interior, Jorge Matzkin, se reunieron con el bloque del PJ y durante tres horas escucharon las quejas y las preguntas de sus integrantes. "Estamos trabajando en una solución definitiva", contestó Atanasof después del encuentro, donde se comprometió a enviar una ley de mediación que sirva como marco para las negociaciones entre deudores y acreedores. En una muestra de las suspicacias que dominan la relación con el gobierno, apenas se retiraron los ministros, el bloque del PJ presentó su proyecto de mediación. La propuesta determina que los jueces deben, en un plazo de 30 días, convocar a las partes a una audiencia de conciliación. La decisión del PJ de rehusarse a sesionar unió al resto de los bloques de la cámara baja, incluido el menemista Azul y Blanco, en una sesión especial, donde reclamaron una solución urgente para las ejecuciones hipotecarias y dispararon críticas contra el oficialismo por la "inacción del Congreso". En medio de una masiva desaprobación, el presidente de la cámara, Eduardo Camaño, dio por levantada la sesión especial, apenas un minuto después que venciera la tolerancia reglamentaria de 30 minutos. "Cuando se trató el juicio político a la Corte esperó una o dos horas", se quejó el presidente del bloque radical, Horacio Pernasetti. Al momento de ser levantada la sesión, en el recinto había 98 diputados. En los minutos siguientes, continuaron ingresando legisladores y el número de presentes trepó a 121, 8 menos del quórum exigido para sesionar. Se hicieron presentes en el recinto los bloques de la UCR, ARI, provinciales, Frepaso, Autodeterminación y Libertad e Izquierda Unida, Frente para el Cambio y el menemista Azul y Blanco. Los oradores arreciaron en críticas contra el oficialismo y lo responsabilizaron por la "parálisis del Congreso", especialmente en Diputados, que no sesiona desde hace un mes. "Este tema está en el centro de la angustia de los argentinos", lanzó el arista José Vitar en relación al problemas de las ejecuciones hipotecarias. Pernasetti sostuvo que el compromiso de palabra del gobierno con los bancos para suspender las ejecuciones hasta el primero de febrero "es insuficiente" y que requiere darle el marco jurídico apropiado. El legislador argumentó que el convenio deja afuera a los deudores particulares y no atiende la situación de "los bancos que transfirieron las hipotecas a sociedades de otros país y otros que las pasaron las carpetas en mora a estudios jurídicos". El martes, el gobierno jugó fuerte en reuniones que mantuvo con legisladores del PJ y el resto de las bancadas para frenar una prórroga a la suspensión de los remates y otras medidas del Congreso que pudieran entorpecer las negociaciones con el Fondo. A pesar del fracaso de ayer, la coalición de legisladores que impulsa la extensión de la suspensión de los remates prometió insistir la semana próxima. En tanto, centenares de deudores se reunieron frente a las puertas del Congreso para reclamar la sanción de una ley que prorrogue la suspensión de las ejecuciones hipotecarias. En Rosario se realizó una concentración frente al Colegio de Martilleros.
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