Año CXXXV
 Nº 49.662
Rosario,
jueves  14 de
noviembre de 2002
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cartas
Vaivenes de una amistad

En una estancia de Luján, organizado por la Asociación de Bancos Argentinos (Adeba), se realizó el domingo 28 de agosto de 1994 un espectacular asado con cuero de bienvenida al en esos días director del Fondo Monetario Internacional, Michel Camdessus. Asistieron alrededor de 500 personas, entre ellas el entonces presidente Carlos Menem, su ministro de Economía, Domingo Cavallo, el embajador estadounidense James Cheek y lo más selecto de nuestros establishment político y financiero. El agasajo insumió unos 2.800 kilos de comida y fue amenizado por Los Chalchaleros, Cacho Tirao y su guitarra, el cantor de tangos Jorge Sobral, el ballet Brandsen, números de doma y destreza criolla, y un loro que sacaba de un organito tarjetas con el futuro de los presentes. Como muestra de amistad entre ambos países, Cheek tomaba las cintas argentinas que ataban las servilletas y las colocaba en las muñecas del resto de los invitados. ¿Habrá vaticinado el simpático lorito que uno de aquellos entretenidos comensales de "Doña Adeba", Eduardo Amadeo, admitiría tiempo después que las negociaciones con el FMI "nos tienen repodridos a todos"? Lo dijo el pasado 2 de noviembre, cuando aún era vicejefe de Gabinete. Designado luego como nuevo embajador argentino en Estados Unidos, afirmó que su futura gestión apuntará "a hacerme amigo de vuelta" ¿Quién pagará el asado?
Carlos Alberto Parachú


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