Mariano Bereznicki / La Capital
No fue la tarde esperada. Ni mucho menos la soñada. A simple vista pintaba como el firme candidato de la tarde. Pero la sexta división de Central no estuvo a la altura de las circunstancias y terminó de rodillas ante un Boca que, sin tener que sacar a relucir su chapa de favorito en este torneo, supo cómo aprovechar los errores ajenos para llevarse de la ciudad deportiva un triunfo que lo sigue manteniendo como uno los principales protagonistas en este campeonato, que ya entró en la cuenta regresiva. Central dejó mucho que desear en materia defensiva. Los canallas fueron una cosa cuando atacaban y otra, muy distinta, a la hora de contrarestar las llegadas xeneizes, que si bien no fueron muchas alcanzaron para lograr la victoria. Central se reforzó muy bien para esta ocasión. Es que entre sus filas contó con el muy buen arquero Cristián Alvarez y con el retorno del notable enganche Gustavo Lorenzetti, quien venía jugando en reserva. A estas jóvenes promesas hay que agregarles las presencias de Pablo Vitti y Jorge Rodríguez, piezas fundamentales de este equipo, pero que en esta ocasión fueron intermitentes. Pero los canallas mostraron síntomas de incapacidad a la hora de defender. Cometieron varios yerros en la última línea y Boca aprovechó dos de ellos para transformarlos en gol. El primer grito xeneize llegó vía Monadaini cuando promediaba el primer tiempo, mientras que el segundo fue por intermedio de Otreras ya en el segundo período. Central había generado algunas chances. Incluso avisó con algunos remates de Gustavo Lorenzetti, Cristián Yassogna y Pablo Vitti. Pero no había caso, parecía que la pelota no quería entrar en el arco visitante. Mientras tanto Boca seguía al acecho. Agazapado en su campo. Esperando un error ajeno para acercarse hasta el área rival. Y Central proseguía en su lucha por alcanzar el descuento. Hasta que después de algunos minutos lo obtuvo a través de un bombazo de Pablo Vitti. Fue entonces que la llama de la ilusión volvió a encenderse en los corazones canallas. Pero fue solamente por unos instantes. Porque al rato, Mauro Boselli aprovechó otra grieta defensiva y devolvió a la realidad a los dueños de casa, que encima tuvieron que ver cómo Lorenzetti, lo mejor de la tarde, dejaba la cancha por una lesión. Central fue un manojo de incertidumbres en materia defensiva y lo terminó pagando con la derrota. Mientras que Boca no tuvo que esforzarse para llervarse los tres puntos y seguir en su lucha por alcanzar el título.
| |