Un crónico problema de salud le jugó una pésima pasada a un jefe de una unidad regional de la policía santafesina. El alto funcionario llegó de urgencia a un hospital de la zona sur de la ciudad, estacionó su auto y bajó con rapidez para ser atendido por un médico. Minutos después, cuando salió del centro asistencial, pudo observar que una de las ventanillas del vehículo había sido destrozada y que del interior del mismo faltaba un maletín. Hubiese sido un robo más si no fuera porque dentro del portafolios estaba el arma reglamentaria del alto jefe policial. Anoche, fuentes de la seccional 5ª confiaron que el ladrón se habría arrepentido y en un gesto por demás de humanitario devolvió las pertenencias en la casa del policía. El insólito hecho ocurrió la noche del lunes. El comisario mayor Ricardo Arana, titular de la Unidad Regional VI de Villa Constitución, llegó a bordo de su Fiat Uno al Hospital Italiano, ubicado en Virasoro al 1200. El alto oficial requería la rápida aplicación de un corticoide para aplacar un nuevo brote de erisipela, una inflamación microbiana de la piel que vuelve la dermis de un color rojo intenso y es acompañada por un fuerte ardor y picos de fiebre. Ante la urgencia Arana, que es rosarino, estacionó su auto particular frente al hospital y cerró las puertas con llave dejando en el interior del mismo un maletín con sus pertenencias. Documentos, recetarios médicos y otros papeles se mezclaban con la pistola Bersa 9 milímetros marca Thunder que reglamentariamente porta el jefe policial. Tras aplicarse la inyección Arana retornó a su vehículo. Pero el alivio médico le duró muy poco. En ese momento vio con sorpresa que la ventanilla delantera derecha estaba hecha añicos y que del interior del auto faltaba el maletín. Nada pudo hacer en ese momento para dar con el ladrón, sólo tuvo tiempo para dar aviso a sus pares de la Unidad Regional II para advertirles del robo. Según las fuentes que accedieron a contar lo sucedido a La Capital, el vehículo de Arana "no tenía ninguna identificación que lo hiciera sospechoso de pertenecer a la policía, por lo que se está investigando un robo más, un robo común a cualquier auto pero con un botín especial". "Seguramente el ladrón se sorprendió tanto como Arana cuando abrió el maletín y se dio cuenta de quien era su dueño y que contenía en su interior", dijo la fuente. El hecho causó un verdadero asombro entre los hombres de la policía local. Un vocero justificó el caso aduciendo que "la emergencia médica que tuvo (el comisario mayor Arana) lo llevó a cometer la imprudencia de dejar el arma dentro del auto" y se explayó: "Si vos sufrís de asma y te agarra un ataque, lo que vas a querer es oxígeno para zafar y en lo último que vas a pensar es en tu arma reglamentaria". Cuando la noticia recorrió los pasillos de la Jefatura, el titular de la fuerza impartió la orden a distintas reparticiones para que se implementen operativos que permitan dar con el audaz ladrón. Por ello, la tarde de ayer la Brigada de Investigaciones y el Comando Radioeléctrico realizaban rastrillajes en distintas áreas urbanas para tratar de localizar la 9 milímetros del jefe policial. Mientras eso ocurría, un vocero de la comisaría 5ª que no quiso precisar detalles, sostuvo que ya está todo aclarado. "Le devolvieron el arma y otras pertenencias en su propio domicilio. Seguramente el arrebatador se dio cuenta de quien era su víctima, se asustó y las retornó".
| El comisario Ricardo Arana tuvo un insólito traspié. | | Ampliar Foto | | |
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