| | Israel moderó su represalia contra los palestinos
| Jerusalén. - A pesar de las declaraciones belicosas de varios ministros pidiendo la expulsión del presidente de la Autoridad Palestina Yasser Arafat de los territorios palestinos, Israel está obligado a limitar la amplitud de su respuesta tras el ataque contra un kibbutz Metzer. Después del atentado, perpetrado en la noche del domingo por un miembro de la Brigada de los Mártires de Al-Aqsa y que causó la muerte a cinco personas, entre ellas dos niños, los palestinos se preparaban para lo peor, pero el nuevo ministro de Defensa, Shaul Mofaz, conocido por sus duras apreciaciones, no comunicó aún su posición. Cuando habían transcurrido más de 24 horas desde que sucedió el ataque, la respuesta a la matanza de Metzer, que impresionó a la opinión pública israelí acostumbrada por tanto a los atentados desde que se iniciara la segunda Intifada en septiembre de 2000, fue mínima en comparación a pasadas acciones de represalia. Durante la madrugada de ayer unos veinte blindados israelíes penetraron en el campo de refugiados palestinos de Tulkarem, norte de Cisjordania, y los soldados abrieron fuego sin provocar víctimas, heridos o detenidos, aseguraron fuentes palestinas. Los soldados destruyeron la casa de un presunto militante situada a proximidad del campo y dejaron el lugar poco antes del amanecer. El gobierno de Israel experimentó un giro a la derecha desde que, en octubre, los laboristas abandonaron el gabinete, pero el ala dura aparece tan debilitada como el precedente Ejecutivo ya que el primer ministro, Ariel Sharon, dispone de un reducido margen de maniobra en en plano internacional. "La ausencia de respuesta se debe evidentemente al hecho de que los estadounidenses pidieron a Israel, que mantuviera una actitud mesurada", opinó el analista israelí, José Alpher. Las tropas israelíes, que vuelven a ocupar la mayor parte de Cisjordania e imponen con frecuencia el toque de queda en la mayoría de ciudades, no consiguieron que disminuyan los ataques palestinos. Desde marzo, estas operaciones militares -en el transcurso de las cuales han muerto numerosos palestinos-, provocaron el enfado de Estados Unidos en varias ocasiones. Desde que los laboristas abandonaron el gobierno de unidad nacional, el giro a la derecha del gabinete ha sido amortiguado por las tensiones entre el primer ministro y el ministro de Relaciones Exteriores, Benjamin Netanyahu, que se enfrentarán el próximo 28 en las primarias de su partido, el conservador Likud. Con los laboristas fuera del gobierno, Sharon aparece como el elemento más moderado del Ejecutivo.(AFP)
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