El consejo directivo de la Bolsa de Comercio de Rosario consideró ayer de "gravedad institucional" la negativa del gobierno nacional a reconocer los efectos de la devaluación y de la inflación en los balances de las empresas, en particular las firmas que integran el complejo agroexportador. La entidad bursátil consideró que el proyecto de Economía es un "impuestazo" similar al que estableció José Luis Machinea a principios de 2000, el cual en su momento supo echar por tierra incipientes síntomas de reactivación de la economía argentina.
La órgano directivo de la entidad bursátil se reunió ayer para analizar los pasos a seguir después del anuncio del ministro de Economía, Roberto Lavagna, de derogar el ajuste por inflación (suspendida desde 1992) y todas las normas de actualización previstas en la ley de impuesto a las ganancias, a cambio de la rebaja por única vez de cinco puntos de la alícuota.
El fin del ajuste por inflación
El titular de Hacienda propuso la reducción por única vez del 35% al 30% la tasa del impuesto a las ganancias para los ejercicios cerrados entre el 31 de marzo de 2002 al 28 de febrero de 2003, pero al mismo tiempo planteó la derogación definitiva del ajuste por inflación.
"Esta nueva alternativa no cumple con las expectativas planteadas por los sectores empresarios, por cuanto de ninguna manera la reducción de cinco puntos de la alícuota general puede ser compensatoria de los efectos ocasionados por la inflación sobre las utilidades", remarcó el especialista en temas tributarios, Enrique Lingua.