Melincué.- Bajo la amenaza de una crecida imprevista de la laguna y los efectos de una pedrada que hundió techos y dejó gente sin vivienda, los vecinos convocaron a una asamblea popular para hoy a las 19. En el encuentro reforzarán su reclamo a las autoridades para que definan con urgencia la obra del canal nivelador y la construcción de defensas sobre la ruta 90, que tiene desde hace tiempo un tramo clausurado y cubierto por el agua.
Para Delqui Nocino, del Centro Económico, los melincuenses demostraron tener una paciencia infinita. "Hace 25 años que reclamamos obras para controlar el nivel de la laguna, aunque la necesidad se remonta a mucho tiempo atrás", explicó. El fantasma de la gran inundación de 1978 al 81 sobrevuela a la comunidad que contabiliza las promesas acumuladas para controlar el nivel del agua de la laguna Melincué.
Los vecinos aspiran a delinear futuras acciones para lograr la atención de las autoridades provinciales sobre sus demandas. "La laguna viene creciendo hace rato", insistieron. Para una segunda instancia se prevé cierre de comercios. La localidad que conoció mejores épocas cuando el turismo estaba en su apogeo pretende retomar ese perfil, pero está condicionada a la realización de obras siempre prometidas.
El presidente comunal Jorge Raposo dijo que es urgente reponer el terraplén de contención que se sacó hace siete años, recibir fondos para trabajos de desagote, reponer la iluminación que desapareció y reacondicionar el pueblo en general. También se pedirá que la provincia acelere los trámites e inicie la obra definitiva del canal de regulación que se financiará desde la Nación con el Fondo Hídrico. "La ley está aprobada, promulgada y reglamentada. Falta la aprobación de ese trámite", explicó.
El viernes pasado una pedrada intensa y prolongada cambió la fisonomía del pueblo. Plantas, vidrios, techos y casas todavía conservan la marca de la fuerza del meteoro. En la iglesia local el techo de una edificación posterior cedió bajo el peso de las piedras. "Un panorama muy triste, había un metro de piedra contra las paredes", describieron. La tormenta dejó evacuados y viviendas destruidas.
Historia sin fin
"Melincué se viene inundando despacito, la parte más próxima a la laguna hace rato que desapareció", explicó con tono pausado Raúl Rébora, un vecino del lugar que ubica con precisión la fecha en que comenzaron los problemas con el agua: 1933. "Ojalá la síntesis permita expresar nuestra zozobra. En 60 años que escuchamos posibles soluciones para nivelar la laguna, no dejó de asombrarnos la sapiencia de los disertantes de turno, pero el problema es cada vez más acuciante", destacó.
Para Rébora los crecimientos cíclicos de la laguna fueron causados por los desbordes del canal San Urbano, en períodos de lluvias abundantes e intensas desde su construcción en 1939 hasta la fecha, cuando se buscaba descomprimirla por restricción de cuenca.
En 1981 los vecinos alertaron a las autoridades provinciales que el redimensionamiento de dicho canal, pensado como solución, no iba a frenar el crecimiento del espejo de agua. "Era una solución para Venado Tuerto en perjuicio de Melincué", comentó Rébora.
Lo peor llegó entre 1978 y 1981, cuando las aguas borraron el balneario e inundaron el pueblo. La cronología de los intentos por resolver el problema llegó hasta 1983, cuando se llamó a licitación para la construcción de un canal de bombeo de tres metros cúbicos por segundo, de acuerdo a una traza propuesta por los vecinos. "Este trámite fue anulado en 1984 por la Secretaría de Planeamiento aduciendo motivos económicos", acotó.
"Estamos como en los años 20, cuando empezó un período lluvioso y la laguna arrancó de una cota de 80,50 y finalizó en 1941, con una cota de 84,18, después de una inundación importante", recordó Rébora y citó una fotografía aérea de La Capital que da cuenta del hecho. La década del 40 retrajo las lluvias y el espejo de agua bajó, "Creíamos que era efecto del canal San Urbano, recién construido, pero nos equivocamos", disparó el vecino que acumuló una documentación muy amplia que incluyo prolijos registros de lluvia.
Como en otras décadas
Después del período de seca, en los años 60 el nivel del agua ya trepaba los 82 metros y en 1981 ya había llegado a 85,73. Los años 90 arrancaron con cota 83, detalló Rébora y agregó una observación inquietante, a partir de los años 20 cada período de crecimiento eleva el umbral con respecto a los anteriores. Hoy la cota es de 85,42 explicó y acotó que el mojón de referencia en la plaza del pueblo indica cota 86,70. "Soy un vecino más que por la testarudez de los responsables de turno no se resigna a quedar en la indigencia", enfatizó.
"Si la cota llega a 87, no va a quedar ni el loro", señaló Rébora que acuerda con la construcción del canal nivelador pero opina que mejor hubiese sido construirlo cuando fue anunciado. Su esperanza reside en que se construya el canal y "esperar que no llueva ningún disparate". La cuenca de aportes a la laguna Melincué es de 560 metros cúbicos, y la correspondiente al canal San Urbano es de 900 kilómetros cuadrados. En la actualidad, y a través de las zanjas, en los días de viento, el agua de la laguna llega a unos 150 metros de la Comuna, describió.
Según Rébora, hasta hace poco, la idea era que Melincué no tenía solución. Idea que influía a la hora de las prioridades en obras públicas.