Isolda Baraldi / La Capital
El proyecto de despenalización del aborto ingresó formalmente a la Cámara de Diputados y fue presentado por Rubén Giustiniani en el Congreso de la Nación junto a los integrantes del bloque socialista y legisladores radicales. Sin embargo no estuvieron presentes los miembros del ARI, que lidera Elisa Carrió, y tampoco los del justicialismo que rubricaron la propuesta. Así, un nuevo proyecto de ley, ampliamente avalado por organizaciones no gubernamentales y dirigentes de entidades que trabajan por los derechos de las mujeres, no llegó a la Cámara baja nacional con todo el apoyo político que prometía.
Es que a sólo un día de que el socialismo anunciara con bombos y platillos el proyecto, la propia Carrió (candidata a presidenta apoyada por una conflictiva coalisión con los socialistas) había prometido "militar" en contra de la norma.
En ese marco, fueron notorias las ausencias de las legisladoras aristas María González, Margarita Jarque e Irma Parentella que aparecen como coautoras de la propuesta. Pero hubo más, tampoco los representantes santafesinos de esa agrupación política, Alicia Gutiérrez y Alberto Piccinini, se hicieron presentes en el Congreso, a pesar de haber apoyado la iniciativa.
Giustiniani relativizó los faltazos. "Bueno, no todos los legisladores han llegado, es un día donde no todos están presentes", se excusó y miró hacia adelante: "De todas maneras, creo que se va a lograr el consenso necesario para que el año que viene se apruebe".
En rigor, el Salón de Conferencias del Congreso estuvo ayer repleto con un público mayoritariamente femenino. Mujeres de distintas organizaciones nacionales y rosarinas aplaudieron con entusiasmo la propuesta y llamaron a conformar redes de comunicación, exigiendo a los diputados de la Nación que debatan el tema.
El bloque socialista sí dio el presente: Alfredo Bravo, Ariel Basteiro, Jorge Rivas, Héctor Polino, Oscar González y Eduardo García. También los radicales Aldo Neri, Margarita Stolbizer, María Nilda Soda y Lila Puig de Stubrin.
La iniciativa prevé una modificación al Código Penal para que despenalice el aborto cuando exista riesgo grave para la salud física o psíquica de la mujer, cuando el embarazo fuera gestado por violación o estupro, y cuando se determine la inviabilidad de vida extrauterina del feto.
Además se impulsa la derogación de la pena estipulada en el artículo Nº88 del Código Penal que sanciona a las mujeres que se sometan a esta práctica. A partir de ahora el presidente de la Cámara, Eduardo Camaño, decidirá a qué comisión se deriva el proyecto. Giustiniani dio por descontado que en principio se tratará en Legislación, que está presidida por la radical Margarita Stolbizer.
Apoyado en la recomendación de la Organización Panamericana de la Salud de rever la legislación argentina sobre el tema y en las cifras de abortos clandestinos en el país, Giustiniani destacó que la iniciativa apunta especialmente a solucionar un grave problema de salud.
En ese marco, el legislador santafesino destacó que en la Argentina se realizan alrededor de 500 mil abortos clandestinos anuales, y más de un diez por ciento de ellos provoca la muerte de la mujer.
"Estamos defendiendo la vida, sobre todo de las mujeres pobres que se hacen abortos en condiciones inhumanas y luego llegan al hospital con secuelas graves o fatales", aseguró.
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