Año CXXXV
 Nº 49.660
Rosario,
martes  12 de
noviembre de 2002
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Condenan e inhabilitan a un conductor
Iba muy rápido, se subió a la vereda y mató a una alumna del Madre Cabrini. La pena es de prisión no efectiva

Jorge Salum / La Capital

Un juez correccional condenó a 2 años y 7 meses de prisión a un conductor que iba muy rápido, perdió el control de su vehículo y mató a una chica de 12 años. También le prohibió manejar por 9 años.
Pese a que el hombre guiaba su auto a una velocidad "ostensiblemente inadecuada", el juez no lo sancionó con una pena más severa porque tuvo en cuenta que el homicida tiene dos hijos y por lo tanto es el único sostén económico de la familia.
Si el magistrado le hubiera impuesto la pena que pidió el fiscal (5 años) o cualquiera que superase los 3 años, en lugar de cumplirla en libertad tendría que haber ido a prisión.
El juez que dictó el fallo es Daniel Fernando Acosta. El veredicto se conoció la semana pasada pero el caso es del año pasado y ocurrió el mismo día en que otra nena de la misma edad también murió al ser atropellada por un vehículo en Avellaneda y Uruguay.
El conductor condenado tiene 38 años. El 24 de mayo de 2001, a las 13.15, guiaba su Ford Taunus por la calle 1º de Mayo hacia el centro de la ciudad. El juró que no iba a más de 40 kilómetros por hora, pero las pericias realizadas después demostraron que mintió.
La tragedia se desencadenó cuando llegó a la esquina con Ituzaingó. Por esta calle circulaba otro auto, que tenía la prioridad de paso. Como iba muy rápido, el conductor del Taunus tuvo que hacer una maniobra muy brusca para evitar el choque y fue entonces cuando perdió el control de su vehículo.
El Ford derrapó, chocó contra el cordón y reventó un neumático. Luego subió a la vereda de la calle Ituzaingó y se detuvo casi a media cuadra. En el camino arrasó un árbol, rompió la mampostería de las paredes y arrolló a Gabriela Ribone. La chica caminaba hacia su colegio, el Madre Cabrini, que queda a pocas cuadras.
El auto la aplastó contra una pared, provocándole la fractura de una pierna y un grave traumatismo en la pelvis. La internaron en el Hospital de Niños y luego la llevaron al Italiano. Había sufrido la amputación de una pierna y quedó en estado muy delicado. Murió algunos días después, luego de una lenta agonía.
El conductor dijo que perdió el control cuando chocó contra el cordón pero mintió acerca de la velocidad que imprimía a su vehículo: según los peritos consultados por el juez Acosta, iba "como mínimo" a 79 kilómetros por hora.
El dato fue clave para la condena. Para el juez, se trata de una velocidad "inusualmente excesiva e inadecuada" para el lugar donde se produjo el accidente, y con más razón si se tiene en cuenta que se aproximaba a una esquina en la que no tenía la prioridad de paso.
Esto llevó al fiscal Esteban Franicevich a pedir la pena máxima prevista para el homicidio culposo, que es de 5 años y por lo tanto debe cumplirse en prisión. Pero el juez consideró como atenuantes el hecho de que el conductor no tenía antecedentes y además es quien mantiene a su familia. El fallo está apelado y será revisado por la Cámara Penal.


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