Carlos Walter Barbarich / La Capital
Venado Tuerto. - La intensa pedrea caída en el sur santafesino el último fin de semana provocó cuantiosas pérdidas económicas en los sembrados. Aunque todavía no hay datos oficiales, muchos productores agropecuarios de distintos lugares confirmaron la presunción, al igual que el Inta. Se estima que en los próximos días habrá estadísticas oficiales que confirmen la pérdida de miles de hectáreas sembradas con maíz y trigo, los más afectados. Los campos experimentales del Inta, a pocos kilómetros del centro venadense, padecieron las inclemencias del tiempo. "Alrededor del 90% de los sembrados fueron arrasados por la pedrea", dijo el titular local del instituto, Daniel Damen. Sin embargo, expresó que no se pueden precisar todos los datos ya que "a cada rato llaman personas de distintos lugares para informar sobre daños" y aún se están elaborando las estadísticas. Para uno de los arrendatarios más importantes de la región, Alfonso Cañón, se produjo un fenómeno atípico en la zona. "Contrariamente a lo que venía pasando, en lugar de verse afectadas lonjas de tierra, esta vez se afectaron varios lugares a la vez". Esta apreciación coincide con el radio de las zonas dañadas, que incluyen los distritos de Melincué, Elortondo, San Eduardo, Villa Cañás, San Gregorio, Maggiolo, Cinco Esquinas y Sancti Spíritu. No sólo hubo pérdidas materiales en el campo sino que en algunos lugares se produjeron roturas importantes de galpones, tinglados, viviendas precarias, automóviles y hasta lesionados por la intensa pedrea. Las pérdidas en los distritos mencionados fueron millonarias. "Había lotes de trigo a pocos días de cosechar que fueron devastados por las piedras caídas", señaló un colono de Elortondo. Desde el Inta confirmaron que el daño se produjo en una vasta zona del sur y las pérdidas de trigo a punto de cosechar fueron en muchos casos totales. En el caso de maíz recientemente sembrado la pérdida fue considerable, aunque la posibilidad de resembrar ese cultivo, u optar por la soja, le quitó dramatismo a la situación, pese a que los gastos de la primera siembra no se recuperan. La soja fue el caso más leve, ya que fue sembrada hace pocos días y en la mayoría de los casos aún no había salido con lo cual no hubo rotura de plantas. En el caso del maíz, en algunos lotes la pedrada no originó daños totales pero sí afectó la planta con lo cual la merma en los rindes es algo que se observará en el mediano plazo. "Fue algo atípico por el tamaño de las piedras que cayeron y por la cantidad de hectáreas afectadas", añadió Cañón, y agregó que "habrá que empezar a prestarle atención a los nuevos fenómenos meteorológicos, en los últimos meses se observa una conducta distinta del clima".
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