Más de 35 personas murieron entre la noche del domingo y la madrugada de ayer y unas 150 seguían desaparecidas a raíz de una devastadora serie de tornados que azotó a varias localidades del este de Estados Unidos dejando un rastro de destrucción a su paso. Las autoridades advirtieron que el número de muertos podría aumentar, y posiblemente cientos de personas resultaron heridas por los tornados, que causaron cuantiosos daños a la propiedad.
Las tormentas y vientos, que en algunos casos alcanzaron la fuerza de un tornado, cercanos a los 320 kilómetros por hora, causaron grandes destrozos en el estado de Luisiana, en el sur, y en la región de los Grandes Lagos, en el norte, destruyendo o dañando cientos de edificios, comercios, iglesias y escuelas.
Aire frío que avanzaba hacia el este chocó con aire cálido y húmedo con dirección norte proveniente del Golfo de México, lo que provocó una serie de fuertes tormentas.
El estado más golpeado parecía ser Tennessee, donde las autoridades confirmaron 16 muertes. Entre 140 y 150 personas seguían desaparecidas en esa región y la mayoría -entre 100 y 125- en la montañosa zona este, cerca de la ciudad de Knoxville, donde el pequeño pueblo de Mossy Grove fue arrasado.
Mossy Grove fue "completamente devastado", dijo Cecil Whaley, jefe de la oficina de Manejo de Emergencias del estado.
"Es pura destrucción, muerte", dijo un agente de policía en la cercana localidad de Oliver Springs al diario Knoxville News-Sentinel. "Mossy Grove quedó destrozado".
Al menos nueve personas podrían haber muerto y unas 50 resultaron heridas en Alabama, cuando varios tornados azotaron la parte norte del estado en la noche del domingo. Otros cinco fallecieron en Ohio, en su mayoría en la parte noroccidental del estado.
Funcionarios de los servicios de emergencia estatales reportaron muchas personas atrapadas y heridas entre los escombros, casas destrozadas, árboles arrancados de raíz y líneas del tendido eléctrico derribadas.
"Hemos sido golpeados con fuerza", dijo Luther Lapner, jefe de la policía de la pequeña comunidad de Carbon Hill, en el condado de Walker, en Alabama, que soportó las tormentas más violentas registradas en el estado. "Tenemos informes de que entre siete y nueve personas murieron en todo el condado", agregó.
Devastación
Mientras las autoridades batallaban por evaluar la devastación, el Servicio Nacional de Meteorología emitió advertencias de tornado en una amplia franja de territorio, desde Mississippi hasta Carolina del Sur, e incluso Washington DC.
El Centro de Pronósticos de Tormentas del servicio meteorológico dijo que tenía informes de 45 tornados desde la noche del domingo, a través de media docena de estados, aunque no todos habían sido confirmados.
Señaló que las mayores concentraciones se produjeron en el centro norte de Alabama, el centro este de Tennessee y el centro norte y noroeste de Ohio.
Roger Edwards, un meteorólogo del centro, dijo que los brotes masivos de tornados no son inusuales en noviembre y que muchas de las áreas afectadas por las tormentas más recientes sufrieron daños a causa de un fenómeno similar en 1992. Sin embargo, por lo general la temporada de tornados tiende a cobrar fuerza en la primavera boreal, siendo que ahora se está en otoño.
En Tennessee las autoridades dijeron que los tornados golpearon en olas, destruyendo casas móviles y los techos de residencias fijas, tumbando líneas eléctricas y lanzando autos contra los árboles. Miles de personas se encontraban ayer sin electricidad. (Reuters)