| | El jefe de Hacienda criticó a "los que hablan despectivamente del veranito" El ministro de Economía dijo que no será candidato Lavagna pasó la prueba frente a los empresarios y ya empezó a negar aspiraciones políticas
| Gabriel González / La Capital
Mar del Plata (Enviado especial). - Aunque no lo recibieron como al Cavallo de sus mejores épocas, el ministro de Economía, Roberto Lavagna, sobrellevó con soltura su primer encuentro con la reunión cumbre de los hombres de negocios de la Argentina. El ministro de Economía llegó a sabiendas que pisaba sobre terreno firme, un día después que se conocieran los resultados de una encuesta entre los asistentes al 38º Coloquio de Idea que marcaba un cambio de rumbo en las expectativas de los empresarios para con el país y con relación a sus propias empresas. Lavagna se mostró muy distendido y se dio el lujo de exponer un cuadro de situación de la economía nacional sin ningún papel escrito. "Ahora sólo me dedico a escribir cartas, pero no son precisamente cartas de amor" dijo con humor al comenzar su parlamento. Si bien nunca perdió la compostura, se mostró enérgico en un par de ocasiones. En el primer caso se ofuscó contra quienes hablan con desdén del veranito. "Esos son los mismos que pronosticaban la hiperinflación, hay una especie de rencor ideológico pero no vale la pena discutir", dijo, aunque más tarde se aferró al mismo vocablo al referirse a las negociaciones con el FMI, cuando sentenció: "No vamos a firmar nada que pueda afectar el veranito, ni aumento de tarifas ni de impuestos". El jefe del Palacio de Hacienda volvió a recuperar el tono enérgico para replicar a una pregunta de gente relacionada con el sector agropecuario (¿habrá sido el minigrupo de corredores y acopiadores de granos liderados por el presidente de la Bolsa de Rosario, Federico Boglione?) cuando se le preguntó si no se podía devengar el pago de las retenciones a las exportaciones del pago del impuesto a las ganancias. "Eso lo pueden ir a decir a la Sociedad Rural y después silbar al presidente pero si hay algún sector que ha saltado hacia delante ese es el campo. Seamos serios, que hay 8 millones de argentinos debajo de la línea de pobreza", fue la dura réplica. Lavagna también debió atender una pregunta sobre una supuesta candidatura a la vicepresidencia de la Nación en alguna fórmula del justicialismo, una versión que había circulado con mucha fuerza durante los últimos tres días en los corrillos del coloquio. "No voy a ir, con nadie", dijo seco y cambió de tema. Y respondió con ironía cuando le preguntaron por el festival de bonos que va a complicar el patrimonio de los bancos debido a la pesificación asimétrica: "Acá no se puede asombrar nadie porque los bancos tengan una gran cartera de títulos públicos. Eso creció después de la crisis pero el negocio financiero de los últimos años fue prestarle a tasas elevadas a la Nación y las provincias, no nos engañemos" dijo, y acotó que la masiva emisión de bonos es para "cubrir el festival de los últimos siete años, ese festival no es mío". El ministro de Economía también hizo ante los grandes empresarios del país una defensa de su modelo de gestión: "Hay dos modelos de hacer políticas macroeconómicas. Una es la de grandes maniobras que se hacen en soledad. Nosotros no creemos en las manipulaciones de que una sola decisión va a traer la felicidad al pueblo argentino, creemos en otra forma más de hormiga, con un marco monetario y cambiario ordenado, dando más participación a la sociedad".
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