El efecto erosivo generado por la cascada que el arroyo Saladillo presenta a la altura del parque Sur pone en peligro la estabilidad del puente Molino Blanco y de los terraplenes de defensa de Villa Gobernador Gálvez. Es por ello que la diputada justicialista Mónica González presentó un proyecto de ley en la Cámara baja disponiendo la inmediata reparación del puente.
A lo largo del tiempo el desplazamiento de la cascada ubicada en el tramo del parque Sur ha afectado la estabilidad del puente Molino Blanco, que une el sureste de Rosario con la ruta provincial 21 a Buenos Aires y el acceso a Villa Gobernador Gálvez.
Entre 1993 y 1994 -a través de un convenio entre el Consejo Federal de Inversiones y la Universidad Nacional de Rosario- se elaboró un proyecto con el objeto de controlar esta erosión mediante una obra de estabilización de la citada cascada. La iniciativa fue incluida en la línea de créditos en gestión ante el Banco Mundial, denominado Préstamo de Protección contra Inundaciones.
Efectos de la erosión
Según señala la diputada González, a la fecha de elaboración del proyecto, la cascada se encontraba a 600 metros del puente, pero desde 1994 se ha trasladado aguas arriba unos 300 metros, razón por la cual solicita la redefinición del proyecto acorde a la situación actual.\Para la legisladora provincial, en un plazo de cinco años el salto del Saladillo va a socavar los pilares del puente Molino Blanco provocando su derrumbe, situación que ha sido advertida por parte de numerosas instituciones oficiales y privadas.