El intendente Hermes Binner afirmó ayer que si el Concejo aprueba el recorte presupuestario de más de 40 millones de pesos que pretende la oposición "se pondría en peligro el funcionamiento institucional del municipio". Y su secretario de Hacienda, Angel Sciara, fue aun más dramático al asegurar que el ajuste "pone en riesgo la paz social".
De esta forma, el gobierno de la ciudad reaccionó contra el proyecto lanzado por la vicepresidente de la Comisión de Presupuesto del Palacio Vasallo, Hilda Gontín, de achicar de 294 millones a 250 millones los fondos disponibles por la Municipalidad para este año.
La pulseada entre el Ejecutivo y el Legislativo local se desató como consecuencia del pedido de sesión autoconvocada del Concejo, presentado por Gontín y ratificado por otros 24 ediles. De no mediar sorpresas, la sesión se concretará hoy, a partir de las 11.
La oposición se abroqueló para reclamar el tratamiento del proyecto del presupuesto 2002 que desde hace meses está varado en comisión. Mientras el oficialismo reclama que se le aprueben al Ejecutivo los 294 millones de pesos calculados para utilizar durante este año, los ediles plantados en la vereda de enfrente pretenden el ajuste de 44 millones.
Intendente enojado
El tema del ajuste fue analizado ayer en detalle durante la reunión de gabinete encabezada por Binner, quien salió a defender con uñas y dientes el proyecto de ley de leyes local. "El intendente estaba muy enojado y no es para menos", confesó a La Capital el secretario General de la Municipalidad, Juan Carlos Zabalza, tras el plenario.
Binner dejó en claro que el achicamiento de fondos pretendido por el cavallerismo, y acompañado por otros bloques, "pondría en riesgo el funcionamiento institucional de la Municipalidad".
Pero la cosa no quedó allí. El mandatario local embistió contra los concejales que firmaron el pedido para realizar hoy la sesión autoconvocada. A ellos los acusó de poseer un "profundo desconocimiento" de la situación atípica que le tocó vivir a la Argentina en este año. También destacó que el proceso inflacionario y el aumento considerable de los insumos influyeron en la actual coyuntura.
El jefe de gobierno puso de relieve que el proyecto de recorte presupuestario será discutido en el recinto cuando faltan menos de 60 días para que finalice el año. Según él, sólo resta ejecutar el 10 por ciento del presupuesto y ese dinero ya está comprometido para lo que resta de 2002.
Luego llamó a la reflexión a los ediles opositores, y para ello disparó con artillería pesada: dejó en claro que si se recortan 44 millones se verían afectadas partidas destinadas a salud pública, acción social y servicios públicos, y resaltó que se verían comprometidos incluso los fondos con destino al pago de sueldos y aguinaldos.
Para rematar la embestida, añadió que si se implementara el recorte, se estaría frente "a un hecho inusual en la historia política y legislativa del país" y se estarían violando los artículos 9 y 10 de la ordenanza general de contabilidad.
"Llama la atención que esta iniciativa se produzca en los días previos al envío del proyecto de presupuesto participativo 2003, tal como lo dispuso el Concejo, y que fue elaborado con las propuestas de los vecinos en distintas jornadas que se realizaron en los seis distritos de la ciudad", agregó, para abundar: "La situación social, política e institucional del país exige un trabajo común y responsable de representantes y representados para solucionar los problemas más acuciantes de los vecinos de la ciudad".
Por su parte, Sciara acusó ayer a la oposición de tener "una clara intencionalidad política" al pedir un recorte del presupuesto de 44 millones. "Se busca condicionar el futuro de la administración de Binner a las puertas de un año electoral", se quejó. Y fue más categórico aún al advertir que "un recorte de presupuesto pone en peligro la paz social de los rosarinos".
Sciara dijo que si la poda se concreta "se afectaría la obra pública que comienza a reactivarse. En síntesis, incidiría directamente sobre la calidad de vida de los rosarinos. Si se concreta este recorte, habrá apenas 250 pesos de gasto por habitante, lo que pondrá en peligro la convivencia, la paz social y la atención de las necesidades básicas de la gente".
El economista consideró "ilógico" pretender ajustar el presupuesto que está ejecutado en un 90 por ciento.
Por su parte, la presidenta de la Comisión de Presupuesto, la oficialista Silvia Augsburger, dijo que le daba "risa" la actitud de la oposición. "Es irracional, porque un presupuesto se puede aprobar o rechazar, pero no reformular", afirmó. La concejala confió que esta polémica no se dará el año próximo, ya que los vecinos fijaron sus prioridades a través del presupuesto participativo.