Perpetua para un abogado que violó y mató a su tía

Santa Fe.— El juez de sentencia Alejandro Echarte condenó a cadena perpetua al abogado Carlos Espósito por considerarlo autor material de la violación y el homicidio doblemente agravado en perjuicio de su tía Raquel, ocurrido en marzo de 2000. La misma pena alcanzó al jardinero de la casa familiar, Julio César Franco, hallado culpable de ser partícipe primario del alevoso crimen.
El llamado "caso Espósito" conmocionó a la capital provincial, sacudida en esa época por varios crímenes de gran resonancia como fueron los asesinatos de los abogados Raúl Drago, Juan Collins y Pedro Albrecht.
Espósito era un empleado de la Fiscalía de Estado que producía reiteradas denuncias relacionadas con la Justicia, especialmente centradas contra el entonces integrante de la Corte Decio Carlos Ulla y la fiscal Irmgard Lepenies.
Poco antes de producirse el homicidio de su tía, con quien compartía una casa de la zona norte de la ciudad, el profesional había denunciado que desconocidos habían ingresado a la vivienda buscando documentación que comprometiera a personalidades de la vida judicial santafesina. Y también que era víctima de constantes amenazas.
El 5 de marzo de 2000 Espósito denunció que al regresar de un viaje a una localidad cercana encontró a su tía ultimada en el piso de la vivienda y en medio de un charco de sangre.
Pese a sus declaraciones, y cuando aún no había transcurrido un día del cruento episodio, el juez Roberto Prieu Mántaras ordenó la detención de Espósito y del jardinero Franco por considerarlos responsables del ataque a la anciana que además, según comprobaron los forenses, fue violada antes de morir.
Espósito sostuvo entonces que todo formaba parte de una conspiración que buscaba acallarlo, pero el juez ordenó su internación en un hospital psiquiátrico.
Prieu Mántaras procesó a Espósito y a Franco, encontrándolos responsables directos del homicidio de la mujer que había criado desde pequeño al abogado.
Ahora, el juez de Sentencia Alejandro Echarte dispuso la condena a cadena perpetua al abogado considerándolo autor material de homicidio doblemente agravado por alevosía y ensañamiento y acceso carnal abusivo agravado. A Franco lo condenó a igual pena por ser partícipe principal del crimen y autor del delito de acceso carnal abusivo agravado.