Una vez más, los controles impuestos por la policía para aquellos que aspiran a ser agentes de la fuerza permitieron detectar la presentación de certificados analíticos de estudios secundarios fraguados. Una maniobra similar había sido detectada en el mes de mayo pasado, cuando cinco personas presentaron copias truchas entre la documentación requerida. Entonces, desde la misma policía, se dio intervención a la Justicia y un cabo primero de la División Personal fue demorado e investigado por extender esos papeles previo pago de una importante suma de dinero. Ayer, fuentes de la Unidad Regional II sostuvieron que "en esta oportunidad podría haber ocurrido algo similar" y dejaron entrever que "no se descarta la participación de personal policial en la maniobra".
Impulsados por el reciente anuncio del ministro de Gobierno de la provincia, Esteban Borgonovo, que llamó a la incorporación de 500 nuevos agentes a la policía santafesina (250 de los cuales serán destinados a Rosario), un total de 1.400 personas se presentó en la Jefatura respondiendo así al pedido y demostrando que el ingreso a la policía es visto hoy por muchos como una salida laboral que permita hacer frente a la crisis.
Pero la sorpresa surgió a la hora de analizar la documentación que cada uno de los aspirantes traía bajo sus brazos. "Cuando se empezaron a cotejar cada uno de los expedientes armados y se convocó a los primeros 700 inscriptos para que presenten los documentos originales, se comprobó que siete de los interesados tenían certificados analíticos truchos", aseguró el vocero que dialogó con La Capital.
Por ello, desde el Centro de Instrucción en Destino (CID), donde se cumplen los trámites de ingreso y se realiza el curso de formación durante un período de cuatro meses, se dio participación a la División Judiciales de la Unidad Regional II que por su parte derivó las actuaciones a los Tribunales.
Las exigencias
El último egreso que se produjo en el CID fue en junio. Entonces, 89 agentes se sumaron a las filas policiales. Claro que en febrero habían sido 100 personas las que se anotaron para cumplir los requisitos establecidos por la fuerza. En el camino quedaron 11: seis por no pasar los exámenes psicofísicos a los que fueron sometidos y cinco por haber presentado analíticos fraguados.
Tanto en esa oportunidad como ayer, el comisario inspector José María Thompson, titular del CID, manifestó que al momento de inscribirse al curso "debe presentarse obligatoriamente el certificado analítico de estudios secundarios con una fotocopia legalizada en los Tribunales".
Pero allí no termina el derrotero formal. Porque desde el centro se envían los expedientes a la Dirección de Asuntos Internos de la policía santafesina que es la encargada de entrecruzar los datos con el Ministerio de Educación provincial para cotejar los datos. "En esa instancia se descubre si los certificados presentados cuentan con todas las normas de ley o si son falsificaciones", dijo Thompson.
Desde otro sector de la Jefatura, un alto oficial comentó que "llama la atención que se vuelva a repetir semejante maniobra. Indudablemente hay alguien que, como en la oportunidad anterior, promueve la presentación irregular de los documentos prometiendo que aquí se hará la vista gorda a los papeles presentados".
La Ciudad
